El asma es la principal causa de incapacidad en los niños y adolescentes de dos a diecisiete años de edad. También es relativamente común entre todos los grupos de edades, ya que se presenta en una de cada cuarenta personas, y el 65% de quienes lo padecen desarrollan síntomas antes de los cinco años de edad. El asma es epidémico en nuestros días, se estima que en nuestro país hay más de 2 millones de personas que padecen esta devastadora afección además de ser la causa principal de hospitalización en niños. Desde 1998 los niños en edad preescolar y escolar tienen acceso a medicación antiasmática en Perú a través de los programas de salud implementados en los establecimientos del ministerio (inhaladores broncodilatadores y antiinflamatorios). Pero las cifras no se han detenido, siguen creciendo y cada día son más los afectados por esta enfermedad. Hace algunos años se realizó el primer estudio poblacional de frecuencia de asma en una población del cono norte de Lima, sobre 800,000 habitantes, luego se amplió el estudio sobre 1,717 hogares, los resultados arrojaron que las personas cuyas casas tienen presencia de residuos sólidos cerca de ellas tienen mayor frecuencia de asma comparadas con aquellos hogares que no lo estaban. Muchos agentes alérgicos y ambientales pueden ocasionar ataques asmáticos, entre ellos se encuentran el polen, el polvo, el moho, la caspa de los animales, los detergentes, las sustancias petroquímicas y la más determinante y peligrosa es la contaminación atmosférica y el humo, por ello se hace urgente un llamado a las autoridades para el correcto manejo de los residuos sólidos cuyo descuido afecta a los sectores más empobrecidos de nuestra sociedad, así como un control de los agentes contaminantes que afectan principalmente a niños. Medidas sencillas como controlar el monóxido de carbono que emite el 90% de las unidades de transporte de la ciudad podrían coadyuvar a controlar las cifras alarmantes de enfermedades respiratorias que incluyen el asma. Las ventajas del uso de métodos naturales en vez de los tratamientos convencionales para el asma son evidentes. Los fármacos más comunes incluyen la prednisona, un derivado de la cortisona, que puede ocasionar reacciones adversas severas que incluyen trastornos como úlcera péptica, dolores de cabeza, mareos, irregularidades menstruales, entre otros, los abordajes como la dieta y la nutrición han mostrado resultados positivos, sin los efectos colaterales negativos asociados con los tratamientos farmacológicos. Lo más interesante de estos tratamientos es que la enfermedad no solo se controla sino que desaparece. El reforzamiento del sistema inmunológico es de primordial importancia en el tratamiento del asma, esto se logra eliminando los alergenos en los alimentos, como la harina blanca, el azúcar, la leche y los huevos. Asimismo es necesario un buen manejo dietético para resistir el asma, evitando todos los colorantes artificiales, saborizantes y conservadores o preservantes. Además de eliminar los alimentos alergénicos, el Dr. Alan Gaby, M.D. presidente electo de la Asociación Americana de Medicina Holística en Estados Unidos, sugiere suplementar la dieta con nutrimentos como las vitaminas C, B6, B12, cloruro de magnesio, betacarotenos y selenio. Algo que ayuda a aliviar el asma es tomar una cucharada de aceite de olivo dos veces al día. En caso de ataque preparar una bebida de agua pura con una media cucharadita de sal de mar y de bicarbonato, esto producirá un alivio inmediato. El Dr. Richard Firshein, director del Centro Firshein de Nueva York, ha conducido importantes investigaciones para tratar el asma. Autor de "Contrarrestando el Asma", "El programa Aliento de Vida: 7 pasos para alejar el asma y liberar al niño del asma", "La Revolución de los Famanutrientes", etc. concluye que los numerosos estudios demuestran que el magnesio es un mineral clave en el tratamiento del asma, disminuye la "explosión" de glóbulos blancos que suele tener lugar en el asma debido a la inflamación, incluso es aplicado durante los ataques severos de asma. El efecto del magnesio no es tan diferente del de los broncodilatadores y esteroides, pero en vez de causar efectos laterales como sequedad de boca y nerviosismo, deja al paciente en un calmado estado de bienestar. Sería muy importante que tanto médicos como pacientes investiguen sobre alternativas de tratamiento para esta enfermedad y lograr el control de su alarmante crecimiento de víctimas.