Entrevista a José Ugaz. Ex presidente de Transparencia Internacional. Ex procurador ad hoc para los casos de corrupción del régimen Fujimori-Montesinos.,Apenas inició su intervención en el Foro Anual por la Democracia 2017, José Ugaz hizo el necesario ejercicio de memoria: “Se cumplieron 17 años desde que Fujimori fugó y renunció por fax”. El ex procurador ahora lanza la advertencia de que los “herederos” intentan, nuevamente, capturar el Estado. PUEDES VER Gino Costa: Tratar de reescribir la historia sobre rol de Fujimori “es un despropósito” [VIDEO] ¿Qué le sugiere la insistencia del fujimorismo de acusar constitucionalmente al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez? Hay claramente un plan trazado y una obsecuencia de parte de la mayoría de la oposición para tratar de destituir al fiscal de la Nación, lo cual es sumamente grave. ¿Por qué? No solo porque se trata de un fiscal que ha sido honesto, comparando con algunos del pasado, sino porque esto implica un manoseo y un ataque a la independencia y autonomía del Ministerio Público, que es una institución que tenemos que preservar, si queremos investigaciones neutrales, objetivas y que rompan la tradición de impunidad, que ha venido campeando en el Perú. ¿En cuánto se parece o difiere este contexto con lo ocurrido en el régimen de Fujimori y Montesinos, con respecto a las instituciones del Estado? Hace 17 años, Fujimori fugó del país y renunció por fax, como lo ha recogido la historia. Ahora resulta que sus herederos políticos buscan una situación muy parecida: una captura del Tribunal Constitucional, si es que generan esas cuatro vacancias; una captura del Ministerio Público, si logran la destitución del fiscal de la Nación. Usted ha señalado en el foro que los fujimoristas incluso ya tendrían a los cuatro reemplazantes para el TC. Se sabe que ya tienen candidatos. Los nombres están circulando. Por lo tanto, es evidente el interés por la vacancia de los cuatro magistrados para tomar el control de la máxima instancia constitucional. ¿De quiénes hablamos? No le voy a dar los nombres, porque eso se prestaría precisamente a especulaciones o ataques innecesarios; pero se sabe que efectivamente hay un plan y ese plan tiene nombres y apellidos. ¿Y qué piensa sobre las relaciones con el Ejecutivo? Hay una inestabilidad política, cuando empiezan a hablar de la vacancia presidencial y tratar de tumbarse a otros ministros, como ya lo han hecho con tres. Hay definitivamente una arremetida orquestada contra la democracia y eso no lo vamos a permitir. ¿Es viable la vacancia? Los constitucionalistas más serios del país unánimemente han señalado que el presidente no está obligado a concurrir a la Comisión Lava Jato del Congreso. El presidente ha sido muy claro al decir que no se va a prestar al juego donde, evidentemente, lo que quieren es jugar para la tribuna, zarandearlo, maltratar a la institución de la presidencia de la República. ¿Qué podría pasar si no ofrece su testimonio verbal ante la Comisión Lava Jato? Seguramente van a insistir en sus modales agresivos, pidiendo la vacancia por falta de capacidad moral o cualquiera de los argumentos. Durante su participación en el certamen realizado en el campus la Pontificia Universidad Católica del Perú, Ugaz recordó ante invitados de este país y el exterior que el régimen de Fujimori y Montesinos capturó casi la totalidad de las instituciones del Estado. “Hasta la Iglesia tuvo sus intríngulis, en su momento, con el dictador”, apuntó. “Es clarísimo que esta propuesta para vacar al fiscal de la Nación viene precisamente cuando el Ministerio Público va a investigar a Keiko Fujimori y a su ex secretario general (Joaquín Ramírez) por lavado de activos, vinculaciones con el narcotráfico y financiamiento ilegal de la campaña. Esa es la absoluta y verdadera razón”, enfatizó. ¿Qué corresponde ahora? Tenemos que salir a defender nuestras instituciones. Hemos visto que países como Guatemala, Honduras, Brasil o República Dominicana han logrado movilizaciones importantes, demandando una lucha eficaz contra la corrupción y que paren estos embates que solo debilitan la democracia.