Agentes de desactivación de explosivos, policías de rescate y peritos de la Fiscalía llegaron hasta el taller donde se fabricaban pirotécnicos de manera clandestina, ubicado en Ate Vitarte, para empezar con la remoción de escombros y la identificación de los cadáveres calcinados. Las autoridades acudieron a dos casas a pocos metros de la zona, que funcionarían como almacenes y serían propiedad de una misma familia. Sin embargo, hasta el momento, el dueño del negocio ilegal se encuentra como no habido y nadie asume la responsabilidad a pesar de que fabricaban los explosivos a la vista de todos. Por su parte, la subgerencia de fiscalización del distrito negó haber estado al tanto de la existencia del inmueble. VIDEO: América TV