Amnistía Internacional (AI) acusó a Rusia de crímenes de guerra en Ucrania al afirmar que centenares de víctimas perecieron en incesantes ataques en Járkov, muchos de ellos realizados con bombas racimo. Mediante una investigación, la ONG de defensa de derechos humanos aseveró haber hallado pruebas que evidenciarían que, en siete ataques contra barrios de la segunda ciudad de Ucrania, en el noreste del país, las fuerzas rusas usaron bombas racimo del tipo N210 y 9N235, así como minas de fragmentación, dos categorías prohibidas por los tratados internacionales. “Personas murieron en sus casas, en las calles, en los parques y en los cementerios, cuando hacían cola para obtener ayuda humanitaria o para comprar alimentos o medicamentos”, enfatizó Donatella Rovera, investigadora de situaciones de crisis y de conflicto en la sede de Amnistía. Video: Noticias Caracol