Alivio para inmigrantes en EEUU: impuesto a remesas será de 1% solo en estas transferencias con el 'One Big Beautiful Bill'
Países como México y El Salvador podrían enfrentar pérdidas millonarias anuales por este impuesto, afectando gravemente su economía.

El Senado de Estados Unidos aprobó este martes la versión final del proyecto de ley conocido como “One Big Beautiful Bill”, promovido por el presidente Donald Trump. Esta nueva legislación establece un impuesto del 1% sobre las remesas enviadas por inmigrantes. Sin embargo, de acuerdo con lo establecido en la sección 70604 del "megaproyecto", esta normativa se aplicará exclusivamente a un conjunto particular de transacciones.
A falta de la firma del mandatario, este nuevo impuesto busca recaudar fondos para aumentar el presupuesto en medidas migratorias, como fortalecer la seguridad fronteriza y aumentar los agentes de Servicio de Inmigración y Control de Adunas (ICE).
One Big Beautiful Bill: impuesto a remesas para inmigrantes
El principal temor antes de la aprobación del Senado estadounidense era el porcentaje establecido. Inicialmente, se consideró el 5%, luego al 3,5%, pero, bajo un acuerdo con los demócratas, se autorizó imponer solo el 1% base para mitigar las críticas a la gestión republicana.
El texto de más de mil páginas establece que la carga tributaria del 1% aplicará directamente sobre los no ciudadanos que realicen estos envíos por remesas:
- Envíos en efectivo.
- Remesas mediante giros postales (money orders).
- Transferencias con cheques de caja.
- Otros instrumentos físicos determinados por el Departamento del Tesoro.
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Impacto del impuesto a las remesas para inmigrantes
La implementación de este impuesto podría afectar de forma significativa a países que dependen de los envíos de dinero desde Estados Unidos, especialmente aquellos con alta proporción de población inmigrante. De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial y el Center for Global Development, países como México, Guatemala y El Salvador figuran entre los más perjudicados por esta medida fiscal.
De convertirse en ley, México podría perder alrededor de US$1.500 millones al año por la combinación del impuesto y la posible reducción de envíos a través de canales formales. En el caso de El Salvador, la pérdida estimada equivaldría al 0,6 % de su ingreso nacional bruto (INB), lo que podría impactar el consumo interno y la estabilidad económica de miles de familias que dependen de estas transferencias.














