Sociedad

Covid-19: van cuatro años y estamos como al inicio, sin camas ni plantas de oxígeno

Carencias. La mitad de las 400 plantas que se adquirieron están inoperativas por falta de mantenimiento, número de camas UCI apenas bordean los 2.000, no se fortaleció el primer nivel de atención y se despidió al personal Cas Covid. Tres médicos cuentan desde su experiencia la lucha contra la enfermedad que le costó la vida a 220.000 peruanos.

Tras la pandemia, más de la mitad de las 400 plantas de oxígeno que se compraron están inoperativas por deterioro o porque no hay plata para pagar al personal que las opera. Foto: John Reyes
Tras la pandemia, más de la mitad de las 400 plantas de oxígeno que se compraron están inoperativas por deterioro o porque no hay plata para pagar al personal que las opera. Foto: John Reyes

Han pasado más de cuatro años desde que se declaró la pandemia por el Covid-19 (marzo de 2020) y todavía hay países que luchan contra el virus que desató la emergencia mundial. Uno de ellos es el Perú, donde el SARS-CoV-2 infectó a más de 4 millones de personas y mató a 220.990 (hasta la quincena de abril, según cifras del Minsa).

El recuerdo está fresco. El peor momento de la crisis sanitaria en el país fue en la primera y segunda ola. Muchos médicos, enfermeras y técnicos enfrentaron con valor la emergencia, algunos incluso murieron.

De médico a paciente

Uno de ellos fue el infectólogo Leslie Soto, del hospital Cayetano Heredia, quien conoció la enfermedad no solo como médico sino como paciente. Estuvo grave en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sus pulmones se afectaron en un 70%.

“En la primera ola me contagié y no requerí nada; en la segunda estuve con ventilación mecánica 14 días. Tuve rehabilitación, no tengo secuelas respiratorias, pero sí me dejó secuelas de hipertensión”, señala.

Durante la primera ola el infectólogo vio cómo la enfermedad se propagaba ante un sistema de salud que no contaba con un primer nivel de atención. “No se podía frenar la llegada de pacientes a los nosocomios”.

“Era desesperante porque no contábamos con oxígeno, teníamos gente que golpeaba la puerta porque querían cama, pero ya no había camas, y teníamos pacientes hospitalizados que necesitaban un ventilador mecánico; algunos fallecían sin poder ayudarlos. Era una situación dramática porque teníamos que decidir a quién pasar a un ventilador. Fue una terrible experiencia. El ventilador se lo dábamos al paciente que tenía mejores probabilidades”.

Y después de cuatro años, Leslie Soto señala que no hemos aprendido la lección. “Creo que la población piensa que debe obedecer las indicaciones solo cuando hay gravedad nada más, mientras no haya gravedad, no acata las indicaciones”.

“Y por parte del Minsa, creo que hace falta que le hagan caso a los expertos para estar prevenidos, sabiendo que va haber ciertos brotes, lo que ya se conoce por historia”, agrega.

Otro caso

El médico anestesiólogo del Incor Carlos Carcausto Huamaní, de la Sociedad Peruana de Anestesiología, es otro de los que estuvo en primera línea luchando contra la enfermedad. Los anestesiólogos fueron los expertos que intubaban a los pacientes que requerían respirador mecánico.

“Muchos anestesiólogos apoyamos, y ahí nos dimos cuenta de las carencias que tenía el sistema de salud. Muchas veces, a pesar de que nosotros queríamos hacer más cosas, no teníamos recursos. Yo tengo sentimientos encontrados, por una parte estoy orgulloso de haber apoyado en lo que pudimos en todas las áreas como en emergencia y en UCI, pero por otro lado impotente de no poder ayudar a más personas en ese tiempo”.

¿Hemos aprendido la lección? Carcausto señala que los cambios que se hicieron en su momento no han perdurado en el tiempo. “Hasta donde yo sé, en muchos hospitales y centros se almacenaron medicamentos y materiales, pero al día hoy no veo que haya aumentado el personal en UCI, o que se haya incorporado nuevos medicamentos en el petitorio especialmente en Essalud. Yo de manera personal no siento que entre esa época y hoy tengamos más capacidad. Es más, de todo el personal nuevo que se contrató en covid, casi todos han salido, los CAS Covid ya no existen”.

El dolor también alcanzó a los médicos, pues varios perdieron familiares. Es el caso del intensivista Alan Tufino, del hospital Alberto Sabogal.

“No me contagié, pero mi papá sí y falleció en el 2021; era una persona con comorbilidades. Logró acceder a una atención, pero lastimosamente los antecedentes en su salud pesaron”, recuerda.

Tufino también lamenta que todo lo bueno que se había conseguido en personal, equipos de trabajo y especialistas, hoy ya no exista. Los hospitales empezaron a reducir el número de camas y aumentaron los despidos de personal.

“Y la mayoría de hospitales ha vuelto a su situación anterior, eso es lo que no comparto, tanto en el Minsa como en y Essalud”, señala apenado.

Para Tufino, la lección más grande es reconocer que los hospitales necesitan estar mejor implementados, pues la pandemia ha mostrado una carencia de especialistas, médicos, enfermeras. Y que las políticas de salud cuenten con un sistema de contingencia.

Este diario consultó a tres exministros para conocer cómo dejaron el sistema de salud tras su paso por el Minsa.

Por ejemplo, el exministro de Salud Víctor Zamora señala que inicialmente había 100 camas UCI, pero cuando terminó su cargo dejó 1.500 camas UCI de las 2.000 que se instalaron en toda la pandemia.

Agrega que también dejó  funcionando 20.000 camas de hospitalización de un total de 35.000. Y 16 laboratorios operando (actualmente hay 35).

Asimismo, recuerda que dejó cerca de 400 plantas de oxígeno instaladas o en proceso de compra. “Fue en una gestión combinada de Pilar Mazzetti y Zamora”. Se incorporaron 65.000 trabajadores de salud, entre ellos, los CAS Covid.

Sin plantas ni camas

Pero tras la pandemia, más de la mitad de las 400 plantas de oxígeno que se compraron están inoperativas por deterioro o porque no hay plata para pagar al personal que las opera.

En cuanto a las camas UCI, no ha habido mayor crecimiento. “Requerimos 5.000 camas UCI como país, pero tenemos menos de la mitad, no se ha seguido equipando, ahora hay 2.000”, asegura Zamora.

En tanto, el exministro Óscar Ugarte destaca que en su gestión se produjo la vacunación de los trabajadores de salud que estaban en primera línea, y que fueron alrededor de 500.000.

Asimismo, señala que la brecha de recursos humanos era de 170.000. Pero cada año egresan de las universidades 14.000. “Si estamos produciendo 14.000, faltarían 15 años más para cubrir la brecha”. En ese sentido, señala que el Minsa no ha diseñado un plan de formación de recursos humanos para el mediano y largo plazo. “Se requiere crear plazas. Se requiere más financiamiento”.

Destacó que durante la gestión del presidente Sagasti, el número de camas UCI creció a 2.500. “Ahí se ha quedado, no se ha continuado ampliando”.

Finalmente, el exministro Hernando Cevallos sostiene que cuando salió del Minsa se tenía al 85% de la población vacunada con dos dosis contra el Covid-19, y entre las personas mayores de 50 años se alcanzó el 90% de vacunados. Se había iniciado la tercera dosis y también la vacunación en menores. Cevallos también cree que no hemos aprendido la lección.

“Pasada la emergencia, era la oportunidad para una planificación y distribución de los CAS Covid, pero no se planificó ni distribuyó. Tampoco se fortaleció el primer nivel de atención”. No aprendimos la lección.

 Colapso. Al inicio de la emergencia solo había 100 camas UCI. Dos años después, se equipó 2.500 camas. Archivo GLR

Colapso. Al inicio de la emergencia solo había 100 camas UCI. Dos años después, se equipó 2.500 camas. Archivo GLR

Reacciones

Hernando Cevallos, exministro de Salud

“Pasada la emergencia, era la oportunidad para una planificación y distribución de los CAS Covid, pero no se planificó ni distribuyó. Tampoco se fortaleció el primer nivel de atención”.

Víctor Zamora, exministro de Salud

 “No tenemos muestras de que hayamos aprendido algo. El mayor ejemplo es el dengue, una epidemia pequeña y se muere la gente, no hay diagnóstico, las medicinas no lle- gan, no hay vacuna”.

 Con fe. La llegada de las vacunas chinas devolvió la esperanza. Los médicos fueron los primeros inmunizados.No aprendimos la lección. Foto: archivo GLR

Con fe. La llegada de las vacunas chinas devolvió la esperanza. Los médicos fueron los primeros inmunizados.No aprendimos la lección. Foto: archivo GLR

Algunos momentos del covid-19

Han pasado cuatro años desde que Martín Vizcarra declaró el estado de emergencia, una medida que buscó frenar las muertes y dar un respiro al precario sistema de salud.

6 de marzo del 2020

El expresidente Martín Vizcarra confirma el primer caso de Covid-19 en el Perú. Se trataba de un hombre de 25 años que había estado en Europa.

16 de marzo del 2020

El país entra en aislamiento social obligatorio. Se cerraron las fronteras y se prohibió el transporte interprovincial para evitar contagios.

Julio 2020

El pico de la primera ola en el país se dio en julio de ese año. Al 31 de ese mes, el Minsa informó que la cifra de fallecidos a nivel nacional ascendía a 19.408.

Marzo del 2021

En medio de la escasez de equipos y hospitales saturados, el Perú tuvo un récord de 11.260 contagios diarios, en el peor momento de la segunda ola.

31 de mayo del 2021

Perú duplica las muertes por Covid-19 tras un sinceramiento de cifras y se convirtió en el país con la mayor tasa de mortalidad per cápita del mundo.

Plantas de oxígeno

Entre 2020 y 2021, durante el período más cruento de la pandemia, 394 plantas de oxígeno medicinal fueron adquiridas por el Gobierno peruano.

Febrero 2022

De abril del 2020 a febrero del 2022, en el Perú las camas UCI se triplicaron. Pasaron de 1.249 a 3.771 en un lapso de 22 meses, según Susalud.

7 de febrero 2021

Llegaron al país las primeras vacunas contra el Covid-19 de la marca Sinopharm y el 9 de febrero se empezó a inocular al personal de salud de primera línea.

4 de enero del 2022

El ministro de Salud, Hernando Cevallos, confirmó que el Perú atravesaba la tercera ola ante el incremento de casos de contagio por el Covid-19.

5 de mayo del 2023

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara el fin de la emergencia sanitaria global por el Covid-19. Pero aclaró que el virus continúa entre nosotros.

Se requiere abordaje integral

Enfoque. Pedro Riega, decano del CMP

Lo mejor que podemos hacer es analizar qué es lo que funcionó y lo que no funcionó y empezar a planificar el fortalecimiento de los servicios de salud.

Justamente, una de las grandes lecciones que deberíamos haber aprendido de la pandemia es que nuestro sistema sanitario requiere mayor capacidad resolutiva, requiere un abordaje mucho más integral con la participación de los Gobiernos regionales y locales, promoviendo una mayor participación de la población.

Por otro lado, a nivel administrativo hubo iniciativas muy importantes, por ejemplo, el hecho de poder de una forma más expeditiva incorporar personal sanitario de forma significativa a nuestra servicio de salud, existieron mecanismos para garantizar también la compra oportuna de insumos. Ahora hemos regresado nuevamente a todas las restricciones que había antes de la pandemia. Se prohíbe a nivel de Ley de Presupuesto toda incorporación formal de nuevo personal de salud.