En tiempos como los actuales, cuando las tendencias autoritarias avanzan sin disimulo en diversos países del mundo, se hace urgente reivindicar los valores que han permitido mejoras sustanciales en nuestra civilización, luego de la Segunda Guerra Mundial. No solo como un sistema de gobierno, sino también como una convicción ética y una práctica cotidiana.
La declaración conjunta firmada por los presidentes de Chile, Brasil, España, Uruguay y Colombia —en el marco de la Reunión de Alto Nivel “Democracia Siempre” en la capital chilena— representa un acto de valentía política. También expresa una claridad moral en medio de una crisis de legitimidad democrática global.
Y, al respecto, vale afirmar que la iniciativa a la que se hace referencia no se limita a la retórica de una defensa institucional. Asume, en cambio, con lucidez y sentido de trascendencia histórica, que la democracia solo se fortalece cuando se enfrenta a sus propias limitaciones.
Este llamado plantea que defender la democracia exige más que oponerse a las derivas autoritarias. También implica impulsar reformas estructurales que garanticen justicia social, participación efectiva y cohesión política.
Para el Perú, inmerso hoy en una deriva autoritaria liderada por la coalición parlamentaria que cogobierna con la presidenta Dina Boluarte, esta declaración internacional ofrece una brújula.
En lugar de ceder ante la resignación, resulta imperativo promover una acción ciudadana articulada en torno a mínimos democráticos compartidos. Solo a partir del respeto al Estado de derecho, la celebración de elecciones libres, la transparencia institucional y la vigencia plena de los derechos humanos, podrá trazarse un camino seguro hacia el desarrollo del país.
Al respecto, debe quedar claro que se trata de una nostalgia por una democracia idealizada, ni mucho menos. Se intenta reconocer que hoy, más que nunca, se deben construir alianzas políticas, sociales y ciudadanas que, desde una pluralidad renovada, puedan enfrentar el embate dictatorial y antiderechos.
“Democracia Siempre” es una consigna urgente frente a los retrocesos autoritarios. Los pueblos latinoamericanos, y con ellos, el Perú, están llamados a recuperar la fuerza moral y política de la democracia como proyecto transformador. Y en esa tarea, este diario no declinará en su anhelo fundacional de procurar la construcción de una república superior, con oportunidades y justicia para todos.