La censura en todas sus formas no pasará
Se está postergando la premiación de Rafael Dumett, sin razón aparente.

Para que el gobierno conceda un premio vinculado a la cultura en el Perú, primero hay que asegurarse de no haber enjuiciado jamás al régimen o a la presidenta Boluarte. Es la condición básica que se exige a los premiados. De lo contrario, corren el peligro de que se anule el proceso, como en el caso de Juan Acevedo o que nunca se lleve a cabo la ceremonia, como parece el caso de Rafael Dumett, el escritor a quien le correspondió ser uno de los merecedores del Premio Nacional de Literatura este año.
Al propio Nicolás Yerovi se le despojó ya fallecido, de su derecho de recibir el adiós de sus admiradores en una de las salas del ministerio, destinadas a tal fin. En resumen, miserias y mentecatadas que solo nos devuelven a los peores años de los 90 y aun más atrás, cuando se coreaba entre los fascistas, el grito de “muerte a la inteligencia” o los nazis quemaban libros que no entendían y los polpotianos mataban a la gente con lentes, porque resultaba sospechoso que supieran leer.
Parece un disparate pero es real. Estamos en un punto en el que quieren imponer la oscuridad, la mediocridad, la mentira y someter a los intelectuales y artistas al silencio y la censura.
Dumett ha dicho muy claro que existe “una entraña criminal en el régimen de Dina Boluarte” y que hay “una guerrita” declarada contra quienes disienten o se ríen del gobierno. Es cierto, y al igual que él, creemos que no van a ganar, porque todavía hay fuerza moral y capacidad de asombro y repudio, entre los críticos y los opositores. La censura en sus múltiples formas: no pasará.