La cultura del matón, por Marisa Glave

La prepotencia de Boluarte se imprime como sello de este tiempo.

Un matón es una persona que busca intimidar a otra, jactándose de su capacidad para usar algún tipo de poder con la finalidad de agraviar al rival. Es alguien que impone, la mayoría de las veces, por la fuerza física o simbólica. Esta manera de ser se ha impuesto en el espacio público peruano.

Agresión a estudiantes en San Marcos

Miremos la manera en que la rectora de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Jeri Ramón, ha tratado de "resolver" el conflicto generado en su casa de estudios por el proceso electoral convocado para elegir a decanos y representantes estudiantiles del cogobierno universitario.

La rectora, controvertida por su rol beligerante contra la SUNEDU, también tiene serios cuestionamientos dentro de la UNMSM por el proceso electoral hoy suspendido. Un cambio opaco en el comité electoral, sumado a extrañas admisiones de tachas a listas en la contienda —vaya coincidencia— encabezadas por catedráticos opositores a la rectora.

Por si fuera poco, se pretendía que este mismo comité electoral se encargara de las elecciones de los gremios estudiantiles. Esto último requiere una pequeña explicación. Los representantes estudiantiles del cogobierno son parte, como su nombre lo indica, del gobierno de la universidad, compuesto por docentes, administrativos y estudiantes, que son los estamentos centrales de la comunidad universitaria.

Sin embargo, los gremios estudiantiles, las federaciones y los centros federados o de estudiantes no forman parte de este cogobierno. Son autónomos y representan únicamente a los estudiantes. Haciendo un símil, podríamos decir que son como un sindicato. La pretensión de Jeri es equivalente a la de un gerente de una compañía que intenta imponer al órgano electoral del sindicato. Un sinsentido y una muestra más de autoritarismo.

La reacción organizada de las y los estudiantes culminó en la toma pacífica de la universidad. Lo que nadie esperaba era que al anochecer se abrieran las puertas del campus para permitir el ingreso de "terceros" que, de manera violenta, reprimieron a golpes a los estudiantes. Imágenes de alumnos golpeados, docentes acudiendo a la universidad para tratar de impedir las agresiones, y policías simplemente observando el espectáculo, llegaron gracias a la poca prensa independiente que queda y a las redes sociales.

Ayer, la rectora tuvo que dar su brazo a torcer

No de manera fácil, ya que al iniciar el día se pretendía instalar mesas de votación en la universidad, acción que los propios decanos impidieron. En una sesión extraordinaria del Consejo Universitario, Jeri tuvo que admitir que se pidió a seguridad que los "terceros" ingresaran al campus. Al parecer, se refiere al sistema de tercerización de la seguridad que hoy tiene San Marcos, lo que no exime de responsabilidad a quienes los contrataron.

¿Solo suspensión?

El intento de llevar adelante el proceso electoral, pese a los cuestionamientos, no tuvo eco en el Consejo Universitario, que finalmente decidió suspenderlo. Esto llevó a que los estudiantes levantaran la toma y se normalizara el funcionamiento de la universidad. Sin embargo, los cuestionamientos siguen siendo válidos, y el proceso está viciado desde cualquier ángulo que se observe.

Muchos se preguntan si la rectora y su núcleo de apoyo buscarán algún otro mecanismo de "convencimiento" para imponer los cambios en el comité electoral y las tachas a sus opositores.

También en la Comisión Especial que elige a la JNJ

Pero esta manera de proceder no se limita a una universidad. Ayer también vimos cómo la congresista Ruth Luque denunció que no se le permitió ingresar a las entrevistas "públicas" a los candidatos a ser miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ).

Ni ella, ni miembros de la misión de observadores internacionales, ni representantes de la sociedad civil especializados en el seguimiento y fiscalización del sistema de justicia pudieron entrar. Estas entrevistas eran cruciales, pues constituyen la fase final del proceso de selección de los nuevos miembros de la JNJ.

Cabe recordar que la JNJ es la encargada de evaluar, nombrar y suspender a jueces y fiscales, así como a quienes asuman la dirección de la ONPE y la RENIEC. Un poder muy grande.

La congresista también denunció que, recién ayer, después del altercado, se otorgó información sensible del proceso que no estaba disponible de manera virtual.

La decisión de impedir el ingreso no fue solo de Josué Gutiérrez, sino una decisión unánime de la comisión. Lo que, lamentablemente, incluye a la rectora de San Marcos, Jeri Ramón, miembro de dicha comisión.

El estilo presidencial se contagia

La prepotencia de Boluarte se imprime como sello de este tiempo. Su gobierno, que comenzó imponiéndose con balas y sangre, hace uso del poder sin rendir cuentas a nadie, maltratando constantemente. El último agraviado ha sido Juan Acevedo, creador del Cuy, a quien le pretenden quitar una condecoración de la Casa de la Literatura.

Lo que no se dan cuenta es que, precisamente, el agravio permanente y la imposición de esta cultura del matón no les otorgan legitimidad alguna. La legitimidad no se gana con miedo, sino con respeto, y el respeto de la población lo perdieron hace mucho tiempo.

Lo que toca ahora es que la fuerza de los estudiantes de San Marcos nos contagie como sociedad. Que nos inspire a hacer frente a la prepotencia. Solo la ciudadanía organizada podrá frenar esta manera de ejercer la autoridad pública.

Marisa Glave

Desde la raíz

Socióloga, con un máster en Gestión Pública, investigadora asociada de desco, activista feminista, ecologista y mamá.