Opinión

Un año perdido, por Mirko Lauer

"Pero en verdad el año 2023 termina como empezó, en el descontento sin expectativas, con un sordo rumor de protestas que no llegan a materializarse".

MIRKO
MIRKO

La población comenzó el año dividida. Una mitad aliviada por el suicidio político de Pedro Castillo, y la otra mitad molesta por su caída. El Gobierno que surgió de ese golpe fracasado no ha podido cosechar que esa mitad anti-Castillo se identifique con Dina Boluarte. Esa situación ha durado hasta ahora, y se prolongará hacia el 2024.

¿Por qué esa ciudadanía que ella reclama haber salvado de Castillo no quiere a Boluarte? Debemos entender que los conscientes de haberse salvado son económicamente A,B y C. Que son ideológicamente de derecha. Que son políticamente cercanos al fujimorismo. Las encuestas dicen que todos están desaprobando muy mayoritariamente a Boluarte.

La situación que damos en el párrafo anterior no es fluida, sino más bien rígida. A lo largo de todo el 2023 las cosas no han cambiado. Es verdad que Boluarte no ha hecho nada para que cambien, o empiecen a hacerlo, demostrando que es una política más bien pobre. Vivir cobrándole al país un favor no es manera de hacer política.

La forma de cobrar ha sido pedir que se le reconozca haber traído estabilidad al país. Pero ese es un argumento debilitado por la inseguridad impuesta por una creciente delincuencia, y la penuria que va creciendo en la economía de los hogares. Boluarte es mucho mejor que Castillo, ¿pero eso qué significa? Para muchos significa poco.

En el primer trimestre parecía que el conflicto del año sería entre Boluarte y sus enemigos de las calles y los pueblos. En el segundo trimestre la pugna pasó a ser entre Boluarte y un sector de votos del Congreso, pero eso terminó en una alianza. Luego todo se mudó al conflicto Congreso-Fiscalía en el que estamos hoy.

La rigidez que mencionamos más arriba ha venido dada sobre todo por el entendimiento Ejecutivo-bloque principal del Congreso. Pero el conflicto interfiscal está cambiando las cosas. La izquierda del Congreso empieza a sentirse menos arrinconada, y a soñar con un adelanto electoral, apenas la nueva Fiscalía se ponga en movimiento.

Pero en verdad el año 2023 termina como empezó, en el descontento sin expectativas, con un sordo rumor de protestas que no llegan a materializarse. ¿Lo nuevo? La indisimulada inflación, la inocultable picardía de los políticos.