Según la Real Academia Española, ciudadano es una “persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes”. Y el Digesto Romano manifiesta que “Justicia es la perpetua y constante voluntad de dar cada uno según su derecho”.
Ante ello, podemos afirmar que al peruano, por justicia, le corresponde tener acceso a servicios públicos de calidad, al trabajo y a la libertad; dentro de los cuales podemos considerar que la democratización del acceso a la información y al conocimiento es un factor clave para el desarrollo humano y productivo del Perú, además, reta al Estado para que realice acciones concretas con el objetivo de lograr el cierre de la brecha digital actualmente existente a nivel de infraestructura, habilidad y talento.
En la actualidad, hay un torbellino de información en el que algunos ciudadanos tienen la oportunidad de acceder a ella y otros no.
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El principal factor de esta situación es la conectividad digital y la habilidad para interactuar con los diferentes medios digitales.
La información es copiosa y de diversa índole: abarca salud, educación, entretenimiento, cultura, deporte, ciencia, innovación, empresas, productividad y directivas gubernamentales.
El desafío que tiene el ciudadano es convertir la información recibida en conocimiento y que sepa usarlo de manera positiva en beneficio de él y de su comunidad. El conocimiento se puede generar de manera científica y empírica. Por ello, es necesario encontrar un equilibrio entre el hombre y el conocimiento (ecuación hombre= conocimiento), tarea que involucra al ecosistema educativo, que va desde lo básico hasta lo superior.
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En este proceso encontramos a los ciudadanos denominados nativos digitales y a los no digitales. Los primeros tienen la facilidad para navegar por el ciberespacio, cuentan con la ventaja de acceder a abundante información que hay en las plataformas y aplicativos digitales. Pueden navegar en bibliotecas virtuales, disfrutar del entretenimiento, comercio electrónico, cultura y la banca digital.
Mientras que los no digitales tienen serios inconvenientes para acceder a dicha información, incluso aquella que es necesaria para que puedan realizar con éxito sus actividades laborales. Están presionados por la obligación de conocer y usar las diversas plataformas y aplicativos digitales. Los que no gozan de habilidades y talento digital, están excluidos. Podemos decir que, además de los analfabetos que no saben leer y escribir, están los analfabetos digitales, que tampoco cuentan con una identidad digital.
Hoy, los ciudadanos deben tener habilidades digitales para entrar a la banca digital, gestionar plataformas virtuales para capacitarse o sostener reuniones de trabajo; efectuar pagos y cobros a través de billeteras digitales; disfrutar del entretenimiento que diversos canales ofrecen, desde música y películas hasta juegos; hacer transacciones comerciales nacionales e internacionales; navegar en las redes sociales con la finalidad de compartir información y vivencias.
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Por ello, es importante implementar programas de carácter nacional sobre alfabetización digital, con el fin de desarrollar la habilidad y el talento digital de los ciudadanos. Y, de esa manera, democratizar el acceso a la información y al conocimiento.
En esa ruta, debemos constituir un ecosistema para consolidar el desarrollo del talento digital, procurando la participación de empresas tecnológicas, colegios profesionales, cooperación internacional, Gobierno y academia. La escena contemporánea nos desafía que tengamos la capacidad de cerrar las brechas de infraestructura y talento digitales. Si no logramos cerrar ambas brechas, el querer establecer una sociedad justa o ingresar a la OCDE, será una inalcanzable ilusión.
Ingeniero Electrónico con maestría en administración de empresas. Con experiencia profesional como gerente de empresas tecnológicas, profesor universitario, congresista de la república y gobernador regional. Impulsor de la transformación digital del Perú. Demócrata por convicción, apasionado por la grandeza del Perú y el talento de los peruanos.