Congreso aprueba retiro de la CTS

Paria internacional, por Maritza Espinoza

Boluarte no pudo reunirse con otros jefes de Estado, salvo Santiago Peña, de Paraguay…”.

La primera señal fue el “hielo” que le hicieron a Alberto Otárola en la Cumbre de países de América del Sur, en mayo. De hecho, es célebre la foto de los mandatarios tomados de la mano en la que él aparece a un lado. La segunda, que pasó casi inadvertida, es que el Gobierno chileno invitó a todos los mandatarios latinoamericanos a la reciente conmemoración de los 50 años del golpe militar, menos a tres: Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Dina Boluarte.

Pero lo ocurrido en Nueva York durante el 78º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU hace que a los peruanos se nos caiga la cara de vergüenza. Y no precisamente ajena. Pese a los esfuerzos de una cancillería prestigiosa y eficiente como la nuestra, Boluarte no pudo reunirse con otros jefes de Estado, salvo Santiago Peña, de Paraguay, país con el que apenas si tenemos una anémica agenda bilateral.

¿La razón? Obvia. Su imagen es cada vez más incómoda para los demás gobiernos y tomarse una foto junto a ella significa, en el lenguaje de la geopolítica internacional, pasar por alto las advertencias de los organismos internacionales sobre la frágil institucionalidad democrática del país y, sobre todo, ignorar a las decenas de peruanos muertos por la brutal represión de las protestas sociales.

Tal vez dentro del país haya algún segmento (menos del 12%, según las encuestas) que hace como que se cree el cuento de que los muertos eran terroristas y vándalos, pero, en estos tiempos de información al alcance de un clic, cualquiera en cualquier punto del planeta puede conocer al detalle la realidad de un país, por muchas posverdades y fake news que se lancen para enmascararla.

Por eso, que la jefa de Estado insista con la absurda narrativa (varias veces alterada, pero idéntica en el fondo) de que los manifestantes se “autoasesinaron” se ve, desde afuera, como una macabra burla a la razón y al sentido de humanidad, y nada de lo que ella haga o diga en los foros internacionales borrará esa impresión.

Maritza Espinoza

Choque y fuga

Periodista por la UNMSM. Se inició en 1979 como reportera, luego editora de revistas, entrevistadora y columnista. En tv, conductora de reality show y, en radio, un programa de comentarios sobre tv. Ha publicado libro de autoayuda para parejas, y otro, para adolescentes. Videocolumna política y coconduce entrevistas (Entrometidas) en LaMula.pe.