Ganancias extraordinarias, por Marisa Glave

“En distintos países, alentados por organismos como el FMI, se vienen aplicando una diversidad de impuestos a las ganancias extraordinarias”.

Esta semana el ministro de Economía apareció en varios medios locales, tratando de dar explicaciones sobre la posible recesión de la economía peruana, así como la opción de romper la regla del déficit fiscal. Para ponerlo en sencillo, la economía no crece y la recaudación bajó.

En paralelo, la pobreza está creciendo y se nota. El 2022 llegamos a 27,5% de personas en situación de pobreza. Si sumamos a la población vulnerable, con riesgo alto de caer en la pobreza, estamos hablando de dos terceras partes del país. Esta realidad exige medidas sociales y en esta línea ayer el Gobierno anunció la creación del programa Juntos Urbano. La propuesta merece una evaluación más amplia, pero la primera pregunta que salta es ¿de dónde vendrán los recursos?

Si bien nuestro país tiene una coyuntura de crisis particular, con una presidenta que no tiene legitimidad y episodios de movilizaciones y protestas que buscan su destitución del cargo, el mundo entero está atravesando por un mal momento económico tras el Covid-19 y la guerra en Ucrania. El incremento de la inflación, que busca cortarse con el incremento de las tasas de interés por parte de los bancos centrales, afecta directamente la economía de la gente. Los alimentos se vuelven más caros, pero también los créditos. Decidir hacer inversiones en pequeños negocios o en comprar una vivienda se torna muy difícil.

Pero en contextos así no solo hay perdedores, muchas veces algunos salen ganado. Es por eso que, en distintos países, alentados por organismos como el FMI, se vienen aplicando una diversidad de impuestos a las ganancias extraordinarias. El más reciente caso es el de Italia donde la señora Meloni, que no creo que nadie acuse de “comunista”, anunció un impuesto a las ganancias extraordinarias de los bancos. La noticia pasó casi desapercibida en el Perú.

El impuesto grava el 40% de estas utilidades, con un límite en el monto determinado por el tamaño de los activos de cada banco. Se generará un fondo para apoyar a quienes son afectados por el incremento del valor de las hipotecas. Es decir, cobra más a quienes más ganan con esta crisis para ayudar directamente a quienes se afectan con la misma.

El Perú necesita pensar también en medidas extraordinarias para este contexto de aumento de pobreza. Solo como dato, según el diario Gestión, en el 2022 las ganancias de los bancos en el Perú reportaron un crecimiento del 40%. El mismo medio ya reportaba que en 2021 las ganancias de los bancos se habían triplicado. Así como el sector financiero, otros sectores reportan ganancias extraordinarias.

Se vienen tiempos difíciles para el país, peor aún con la llegada de El Niño Global. Es momento de mirar quiénes se han beneficiado extraordinariamente y usar instrumentos que ya son globales para aumentar la recaudación fiscal para la financiación de políticas sociales.

Marisa Glave

Desde la raíz

Socióloga, con un máster en Gestión Pública, investigadora asociada de desco, activista feminista, ecologista y mamá.