Cuando en el país se instala con rapidez la violencia de todo tipo como forma de relacionamiento, la invitación del Ministerio de Cultura a ‘La
Resistencia’ para reunirse con la excusa de su campaña ‘Perú sin racismo’ constituyó un gravísimo error, que se corrige parcialmente con la
destitución del viceministro de interculturalidad que fue el anfitrión, pero que deja dudas sobre la real posición del gobierno.
Es un error penoso porque así el gobierno, precisamente a través del Ministerio de Cultura, lo que es más grave, valida a un grupo que hace de la
violencia, agresión, racismo e intolerancia su método de manifestación. Y refuerza, tras otros encuentros del estado con ese grupo, la sospecha de algún tipo de coincidencia o hasta de complicidad.
Dialogar es un camino al que nunca hay que renunciar en una sociedad democrática e, incluso, en la que trata de serlo, pero hacerlo con quienes
hacen de la violencia e intolerancia su ideario, sin que se produjera alguna señal de recapacitación previa, es una forma de validar su comportamiento.
PUEDES VER: Renuncia directora del Ministerio de Cultura: "Reunión con La Resistencia no la convocó mi equipo"
‘La Resistencia’ no solo agrede personas con las que discrepa, desde autoridades, dirigentes de la sociedad civil, periodistas, etc., sino que hace
unos días amenazó de muerte al presidente del Jurado Nacional de Elecciones.
¿De eso conversó el viceministro cuando se reunió, con el pretexto de la lucha contra el racismo, con el extremista violentista Juan Muñico Gonzales (a) ‘Maelo’, dirigente de la resistencia, una agrupación que tiene un comportamiento profundamente racista?
La destitución del viceministro es lo único que podía salvar la cara del gobierno, pero el comunicado del día previo, con el que se pretendió
justificar la cita, deja dudas sobre la real intención del gobierno, o acaso de su capacidad de interpretar correctamente hechos políticos sobre los que no debería haber ningún titubeo.
Mientras es innegable que la violencia en las calles, en las redes, en la política, en el periodismo, en las marchas, o en el fútbol, entre muchos otros
espacios, se está apoderando del país, con expresiones de intolerancia desde la derecha hasta la izquierda, no se puede dejar ningún resquicio de tolerancia con eso, en todos los ámbitos, incluyendo, sin duda, al gobierno.
Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.