Una expresión de la degradación grave de la democracia peruana es la tolerancia, entusiasmo y admiración de sus derechas e izquierdas por paradigmas extranjeros antidemocráticos cuya imitación en el Perú —como pretenden— sería nefasta.
Por el lado de las derechas, la pleitesía penosa —que ojalá solo fuera ignorante, aunque lo dudo— a grupos de ultraderecha europea en el Foro Madrid realizado esta semana en Lima constituye una confirmación de la escasa convicción democrática junto a unos políticos con olor a la naftalina más rancia que promueven las autocracias más calamitosas del mundo.
Los que con poco conocimiento circulan videos de algunos políticos de Vox —el partido español que promueve el Foro Madrid— debieran saber que es una agrupación racista que desprecia a los peruanos —como ellos, salvo que se disfracen seseando—, al presentar al inmigrante como delincuente.
Asimismo, es antidemocrático, como denuncian los que lo dejaron señalando al grupete que controla todo; y autoritario, por su intención de homogenizar la sociedad española y centralizar el poder en el gobierno central, como lo hizo el generalísimo Francisco Franco, a quien se niegan a condenar.
Les encantan en la región los líderes antidemocráticos como el corrupto y poco democrático Jair Bolsonaro.
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Las izquierdas peruanas son iguales, pero con otros guasones. Tienen su Foro Madrid, pero en San Pablo o en el Grupo de Puebla, donde protegen a dictadores corruptos de la región, como Daniel Ortega, Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y a sus promotores como Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro o Cristina F. de Kirchner.
Les encantan los golpistas corruptos como Pedro Castillo. ¿Criticarán el intento de derrocar sin base, en Ecuador, a Guillermo Lasso? Claro que no, pues solo les interesa la ideología del golpista para decidir su posición.
Sin principios, solo intereses, derechas e izquierdas peruanas se conforman —con poca excepción— por gente sin convicción democrática que ataca o defiende a golpistas mellizos como Castillo o Alberto Fujimori, un violador fracasado y otro ‘exitoso’ de la constitución, según en qué lado estén en esta democracia decadente sin valores.
Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.