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El oro se sale por los bordes, por Mirko Lauer

"Dos historias de oro en las fronteras peruanas".

Dos historias de oro en las fronteras peruanas. Una de ellas es en Macará, frente al Ecuador, donde el domingo Perú destruyó dos dragas dedicadas a la minería ilegal, informa el diario en línea Infobae. La otra es una denuncia sobre tráfico de oro ilegal peruano nacionalizado boliviano y luego exportado, afirma la prensa de Bolivia.

La situación con Ecuador no es nueva. Las minas ilegales, todas del lado peruano, son cordialmente compartidas por personas de los dos países. La ventaja es para el país del norte, con carreteras que llegan prácticamente hasta la frontera. Dos dragas instaladas, consideradas maquinaria pesada, hablan de una presencia muy asentada.

Las incursiones mineras del vecino norteño no han producido mayor convulsión. Las minas están lejos de los centros poblados, y parece haber oro suficiente para repartir. Sin embargo así, con desdén por la línea de frontera, comenzó el conflicto con Ecuador en el pasado. Buenas tapias producen buenos vecinos.

En Puno y Madre de Dios el oro ilegal fluye, pero no hay noticias de una presencia ilícita de mineros bolivianos. El oro es trasladado del Perú a Bolivia, en lo que va camino de volverse un puente aéreo, y de allí su exportación realiza mayores utilidades. Más de uno ha visto a este tipo de intereses bolivianos detrás de la pugnacidad en la zona productora.

Una idea detrás de lo anterior es que el rechazo a la presencia militar en Puno nace del temor a que ellos se queden, y con eso frustren un estupendo negocio transfronterizo. Es probable que el oro de la frontera norte simplemente no represente negocio alguno para Perú, con una que otra excepción fácil de imaginar.

Estas dos historias sobre oro ponen de relieve la territorialidad de las economías ilegales en el Perú, en su mayoría recursos que fluyen hacia afuera. En el caso del triángulo Puno-Madre de Dios-Bolivia, el libro de Valdés, Basombrío y Vera sobre economías criminales detecta allí territorio peruano fuera de control.

Todos son delitos silenciosos, como las vitrinas de lujosas joyerías. En el sur las recientes protestas les han puesto encima los reflectores. En el norte ha sido la destrucción de dos dragas ilegales. Pero negocios tan buenos pesan mucho sobre las conciencias locales, de los dos lados de cada frontera.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).