Mientras Chile permanece en el centro del interés informativo luego del anuncio del presidente Gabriel Boric, quien estableció el fin del modelo existente de AFP, se abre un debate necesario en el Perú sobre el futuro de nuestro sistema de pensiones.
Esta discusión nacional no estaría motivada exclusivamente por lo ocurrido en Chile, sino que se trata de un proceso de larga data. El propio Tribunal Constitucional exhortó hace poco al Congreso de la República y al Ejecutivo a trabajar una reforma integral del sistema de pensiones.
La congresista Digna Calle ha planteado la conformación de una comisión multisectorial para la reforma del sistema de pensiones, pero aún no hay voluntad política para darle forma a esta iniciativa.
La transformación pensionaria ha dado lugar en anterior oportunidad a la creación de una comisión puramente legislativa que incluso elaboró un informe que no alcanzó a ver la luz, porque no se elevó al pleno del Congreso.
Sin embargo, la necesidad de un proyecto técnico que mejore las opciones de los trabajadores al final de su ciclo productivo, para que puedan gozar de una pensión justa y que otorgue seguridad y garantice la tranquilidad de los asegurados, es muy importante para todos.
El presidente chileno, Gabriel Boric, cumpliendo una promesa de campaña, ha anunciado una serie de cambios, en su país, al modelo de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) existente y que fue exportado en su momento al Perú, en tiempos de Fujimori.
Las modificaciones anunciadas proponen un esquema mixto, de capital privado y público, en el que el objetivo es elevar la pensión que se le otorga al asegurado. Para ello, se plantea elevar las contribuciones de los empleadores y también mantener las cuentas individuales.
Hay varios países de la región que han buscado fórmulas alternativas a sus sistemas de pensiones. Algunos se han inclinado por reformas estatistas y otros promueven prototipos más parecidos al que anunció Chile. En el Perú aún queda mucho camino por andar en la perspectiva de un esquema moderno y justo, que entregue pensiones dignas a los trabajadores, al momento de la jubilación.