Pero regresa (vals)

¿Volverán a hacer política juntos? No parece muy probable. Imaginamos a Castillo impedido de hacer vida pública por algún motivo. A Cerrón haciendo más o menos lo mismo que ahora por muchos años, recordando el momento en que la presidencia fue suya. O así al menos parecía”.

Vladimir Cerrón no se cansa de pedirle a Pedro Castillo que vuelva al redil. El argumento para ello es tan simple como que con Perú Libre le va a ir mejor. Pero cabría preguntarse cuál es la definición PL de mejor. Por algo fue que el profesor decidió hacer tienda aparte y llevarse la presidencia a casa.

Entre las perlas de pensamiento Vladimir que debió soportar Castillo estaba la idea de que el partido estaba por encima de la presidencia, que Castillo estaba nombrando ministros inconvenientes, que si Castillo insistía en girar hacia la derecha los votos de PL podrían ser usados para ayudar a la vacancia.

Fue gracias a ese cuco de la vacancia que en un momento PL pudo empezar a llenar ministerios seleccionados. Pero apenas Castillo logró quitarle a Cerrón su peligrosa mayoría en la bancada PL, echó por la borda al cerronismo. Este último se alivió del sinsabor empezando un ciclo de votaciones con la derecha en el Congreso.

De modo que no está claro cómo puede ayudar a Castillo volver a arrejuntarse con Cerrón, quien además al expulsarlo del partido (por haber instalado tres) ha mostrado que también tiene una agenda propia. La cual incluye resolver sus propios problemas con la Fiscalía, y evitar que la fama de oficialista le baje las cifras en octubre.

¿De qué está hablando Cerrón cuando dice que apartar al partido ha tenido un precio para Castillo? Los tuits tienden a ser crípticos en política. Antes de distanciarse de Perú Libre, Castillo la pasaba igual de mal que ahora. En verdad es un caso de mal con ellos y mal sin ellos. Da incluso la impresión de que Cerrón no está invitando en serio.

Parte de la historia tiene que ver con que ninguno de los dos políticos tiene acceso a figuras idóneas para llevar adelante sus respectivos planes. El desfile de personajes mediocres, dudosos, y hasta de malandrines, por los cargos públicos es prueba más que suficiente de problemas en la sección recursos humanos.

¿Volverán a hacer política juntos? No parece muy probable. Imaginamos a Castillo impedido de hacer vida pública por algún motivo. A Cerrón haciendo más o menos lo mismo que ahora por muchos años, recordando el momento en que la presidencia fue suya. O así al menos parecía.

La República

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