Otárola confirma intervención quirúrgica de Dina Boluarte

No al estigma venezolano

La migración llanera ha elevado la productividad laboral en el país.

A pesar de los maltratos y de la poca empatía de algunas autoridades edilicias y también del Gobierno central, los venezolanos llegados al Perú han incrementado la productividad laboral, por el aumento de mano de obra y, en especial, de su alta calificación, que sin duda han aportado.

En tiempos prepandémicos, su aporte fue un fuerte aumento de la fuerza laboral disponible en la PEA mostrada en el 2019. Son 370 mil peruanos que cada año ingresan a trabajar en el país; en el 2019, el número total, incluida la migración venezolana, fue de 668 mil, es decir, casi el 100% adicional de fuerza laboral disponible.

Esta mayor participación ha generado un incremento del 3,2% en la productividad general en el 2019, debido a las características de la migración venezolana: es población laboral activa, tiene gran participación en el mercado laboral y alta calificación para su desempeño.

El estudio de IDL se basa en información de la Cámara Empresarial Venezolana Peruana, con el apoyo de la Unión Europea y la GIZ, en el marco de la Cooperación Alemana para el Desarrollo.

Aunque el común denominador de esta migración, afectada en su país de origen por la pobreza y la falta de oportunidades, es el ímpetu para salir adelante mediante el trabajo y el esfuerzo cotidiano; existe un minúsculo grupo de delincuentes extranjeros que ha desatado una xenofobia que hay que enfrentar.

La construcción mediática de un imaginario poblado de delincuencia que ha incrementado la inseguridad ciudadana ha hecho posible que se desate todo tipo de expresiones xenófobas, inclusive provenientes de autoridades tanto del Gobierno central como local. Un alcalde de un distrito limeño anunció que iba a impedir el ingreso de venezolanos a su zona y que iba a prohibir servicios de delivery a cargo de ellos. Hace unas semanas, un acto público de expulsión, con asistencia presidencial, de potenciales delincuentes se vio frustrado por la demostrada inexistencia de antecedentes penales de los venezolanos.

Tenemos que reconocer el aporte de esta pujante comunidad venezolana a nuestra cultura diversa e híbrida. Establecer formas de inclusión y garantizar sus derechos humanos, mientras adoptamos formas democráticas y dialogadas con otros países de frontera para evitar que ingresen al país los delincuentes extranjeros. La humanidad, la civilización y la tolerancia deben erradicar con su ejemplo a la xenofobia, el odio y la sinrazón.