Ayer se quitaron la careta y salieron de manera pública los miembros del bloque golpista en el parlamento. No es un grupo vacador, son un grupo golpista que ha desconocido el resultado de las elecciones desde el inicio de este quinquenio.
Acá no hay la construcción de un caso de vacancia, en la moción lo que se presenta es una colección de argumentos dispersos que muestran más su desesperación y sus propias contradicciones.
Coloca elementos que estando en investigación preliminar no tienen –al menos aún no– cómo vincular al presidente. Por ejemplo, el uso de recursos del Gobierno Regional de Junín en la campaña presidencial, cuya investigación no incluye al presidente. La moción no presenta ningún elemento adicional que pudiera llevar a concluir que el presidente conocía de un manejo fraudulento de esos fondos. Fuerza Popular firma esta moción, eso quiere decir que si la señora Fujimori hubiera ganado habría que vacarla el día uno, ¿no? Pues ella está investigada por el uso de fondos de corrupción en campañas electorales. Ojo, no solo su partido o sus allegados, ella misma es la titular de la investigación fiscal.
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El argumento del fujimorismo para legitimar la actuación política de su lideresa es que probarán en los tribunales que esta investigación no tiene fundamento y que ella es inocente mientras no haya sentencia. Si eso aplica para ella, ¿por qué no aplicaría para el presidente Castillo que, a diferencia de la señora Fujimori, no tiene acusación fiscal alguna?
También señalan que hay nombramientos en el gobierno de personas vinculadas a Sendero Luminoso. Colocan el caso del congresista y expremier Bellido. Sorprende esta acusación, pues como bumerán les cae a ellos en su propia función congresal. Por como funciona hoy el marco constitucional, ¿no son los congresistas quienes dan el voto de investidura? Serían al menos 73 congresistas los que tendrían igual responsabilidad que el presidente al haber votado a favor de la confianza al primer gabinete. Cabe señalar que las y los congresistas tenían el poder de la censura. La Constitución se los otorga para que hagan control político. No lo quisieron hacer porque así podrían abrir el paso a un cierre del Congreso. ¿Podríamos entender esta vacancia como la expresión de su miedo a perder la curul? ¿Su incapacidad de ejercer el control político que sí les permite la Constitución?
Hay problemas en el gobierno que merecen la atención del país. Y hay materias sobre las que el presidente debe responder, como el nombramiento del señor Pacheco, una persona sin mayor experiencia y que termina con 20 mil dólares en el baño de su oficina. Pero esta movida golpista no tiene interés de esclarecer hechos, menos aún de mejorar la gestión pública, su único interés es sacar a como dé lugar a Pedro Castillo de Palacio de Gobierno. Es una expresión más de la pataleta de quienes nunca aceptaron su derrota.
Socióloga, con un máster en Gestión Pública, investigadora asociada de desco, activista feminista, ecologista y mamá.