Abrazar es un verbo transitivo, es decir, una acción que exige la presencia de dos elementos para una concepción sintáctica completa: un sujeto que abraza y un complemento directo que se deja abrazar. De tal modo que, desde su base gramatical, abrazar es un acto grupal. Lo fue en el Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela, cuando el último martes todo el Perú vibró mientras Christian Cueva y Ricardo Gareca unían sus pechos para sostener una ilusión blanquirroja.
El gesto fue una fiesta de endorfinas. Los neurotransmisores que la ciencia señala como los encargados de mejorar el estado de ánimo se liberaron en el abrazo y le sacaron la vuelta al distanciamiento social que restringe el contacto entre los espectadores. Fue una revancha. También fue una escena que comprobó la relación de entrenador-discípulo entre el profe y “Aladino”, un vínculo que se asemeja al de padre-hijo. “No tengo vergüenza de decir que es un padre para mí”, confesó el número 8 durante una entrevista en el 2019.
Dentro de la cancha, el respaldo de los seguidores peruanos es valioso para el ánimo del cuadro nacional. Fuera de ella, cuando se agotan los 90 minutos y se retira el auditorio, una confianza como la de Gareca es capaz de equilibrar las rachas. Cueva lo sabe y ahora también, gracias al abrazo, todo el país, incluso el diccionario. Una de las acepciones que le otorga la RAE a abrazar es “comprender, contener, incluir”. Abrazar es un término cuya extensión significativa se mudó a la realidad y se instaló en la memoria colectiva.
Es un movimiento, además, que se conjuga en primera persona del plural, nosotros abrazamos —un espacio en la zona de repechaje—, y que posee la condición para ser mencionado no solo en pretérito, sino en futuro imperfecto: nosotros abrazaremos. Porque frente a los cuatro partidos restantes, la nación aprieta con furia de hincha la esperanza de ver a la selección en la Copa del Mundo, también la promesa de derrotar a un virus y volver a abrazarse tras un gol.
Correctora web y columnista del espacio Glosario azul en La República. Periodista piurana (Udep) con experiencia en el género argumentativo y narrativo, y en la docencia de la gramática española.