Mascotas

El chiribaya, la raza de perro originaria de Perú que habría sido más importante que el perro calato: eran enterrados con honores

Hoy en día, los perros chiribaya son considerados "chuscos" debido al desconocimiento de su origen prehispánico. Sin embargo, siguen viviendo en las calles de Perú.

El perro chiribaya fue determinante en la historia ganadera prehispánica del Perú. Foto. Composición LR / Facebook / Google.
El perro chiribaya fue determinante en la historia ganadera prehispánica del Perú. Foto. Composición LR / Facebook / Google.

La historia del perro chiribaya, una raza originaria de Perú, ha estado oculta por siglos, pero hoy emerge como una pieza clave en la historia ganadera prehispánica del país. Descubrimientos arqueológicos recientes revelan que estos perros, considerados los héroes olvidados de la ganadería andina, eran tan valorados que, al morir, se les enterraba con honores, envueltos en finos textiles y acompañados de ofrendas para el más allá. Los restos de más de 80 de estos perros han sido encontrados en contextos funerarios en el Centro Mallqui, ubicado en Ilo, Moquegua, donde investigadores trabajan en recuperar su genética y su historia.

Contrario a lo que muchos creen, el perro chiribaya no es una raza extinta, sino que aún sobrevive en las calles de Perú, aunque con el estigma de "chusco". En el pasado, estos perros eran esenciales en las labores de pastoreo de llamas y alpacas. Por ello, su presencia era consideraba de suma importancia en la organización y transporte de ganado por los caminos del Tawantinsuyu. Hoy, su legado se reconoce como parte fundamental de la historia ganadera andina.

 La raza de perro chiribaya aún no se extingue. Foto: Facebook.

La raza de perro chiribaya aún no se extingue. Foto: Facebook.

¿Cuál fue el papel fundamental del chiribaya en desarrollo ganadero?

La doctora Sonia Guillén, directora del Centro Mallqui, destaca el papel vital del perro chiribaya en la economía ganadera prehispánica. Acompañaba a los pastores en su ardua labor de guiar a las recuas de camélidos sudamericanos a través de los vastos territorios del imperio Inca. "El perro chiribaya es uno de los héroes olvidados de nuestra historia", señala la especialista, subrayando que la raza ha sido ignorada por generaciones, a pesar de su importancia histórica. Mientras tanto, su presencia en los Andes es innegable, aunque no siempre ha recibido el reconocimiento adecuado.

¿Por qué fue tan importante esta raza de perro?

A diferencia del conocido perro calato, que no recibía los mismos honores funerarios, el perro chiribaya era considerado un compañero digno de ser acompañado en su viaje hacia el más allá. En el Centro Mallqui se conservan más de 80 restos de perros chiribaya, todos enterrados con los mismos cuidados y respeto que los humanos de la cultura Chiribaya. Estos perros no solo eran enterrados con finos textiles, sino que también se les ofrecían alimentos para asegurar que no pasaran hambre en el otro mundo. La diferencia con otras razas de perros, como el sin pelo, es notable. Este famoso can originario de Perú no recibían el mismo tratamiento funerario que los chiribayas, que eran considerados parte integral de la familia y la comunidad.

 Los Chiribaya eran dignos de acompañar a sus dueños tras su muerte. Foto: El País.

Los Chiribaya eran dignos de acompañar a sus dueños tras su muerte. Foto: El País.

¿Qué perdura del legado del perro chiribaya en la actualidad?

Aunque hoy en día se sigue usando el término "chusco" para referirse al perro chiribaya, su historia se remonta a miles de años y está intrínsecamente ligada a la tradición andina. En casi todos los confines de los Andes, desde las zonas costeras hasta la altiplanicie, este perro sigue sobreviviendo, aunque con un estigma negativo. Su pelaje marrón y blanco, sus orejas caídas y su hocico negro los hacen fácilmente identificables, pero su verdadera historia sigue siendo desconocida para muchos. La doctora Guillén señala que la recuperación genética y cultural de estos perros es fundamental para reconocer su lugar en la historia de Perú. Así, el perro chiribaya no solo sobrevive, sino que también está resurgiendo como un símbolo de la riqueza cultural y ganadera prehispánica del país.