Diego Lázaro Ferrer: “En el hip hop no hay un acercamiento a lo académico”
Diego Lázaro Ferrer, productor musical. Con dos sesiones de tres horas cada una, Diego realizará un taller de producción musical, a iniciarse este sábado 17. Pueden conocer más sobre este curso en: facebook.com/148.beats.
Por: Christian Silva
A Diego Lázaro no solo le gusta el hip hop, tiene su productora musical, 1.4.8. Records, con la que realiza talleres para profesionalizar el género en el Perú, para estar al nivel de otros países. Además, tiene su movimiento –como le dicen al hip hop– que realiza el trabajo social.
Cuéntame del taller. ¿Qué te motiva a profesionalizar la producción musical de hip hop?
Es ese deseo de aportar. Durante un tiempo fui de ese grupo de personas que se quejaban, que criticaban. La madurez y experiencia me hicieron ver qué hacer para resolver ese problema.
¿Qué problema encontraste?
El problema del hip hop peruano es el tema educativo. Como movimiento se ha curtido y es educado, pero en el campo musical no tenemos un acercamiento en el tema académico de la música. Puede haber mucho talento, pero es un conocimiento empírico, sin desmerecerlo. La idea es brindar un conocimiento académico para todos, crecer profesionalmente, que nuestros proyectos mejoren y adquieran una calidad profesional.
¿Desde cuándo se realizan?
Empezaron en setiembre del 2017. Tuvo mucha aceptación en su primera temporada, de ahí no paramos. Son pagados, pero para mantener un equilibrio, también brindamos talleres gratuitos, usualmente en los barrios. Enseñamos cuestiones técnicas básicas inmediatas. También impartimos la historia del hip hop y sus líderes. La idea es mostrar que no hay imposibles.
¿Cómo así el hip hop?
El hip hop en el que nací es el underground, la parte arraigada a la lucha social, esto me viene de familia. He encontrado en el trabajo organizado, barrial, la esencia del movimiento, lo que muchos partidos actuales de izquierda deberían hacerlo. El movimiento hip hop es de los pocos que mantienen las bases que José Carlos Mariátegui impulsó. Encontré en la música urbana, en el rap, mi fuente de experimentación. Soy un beatmaker, quien hace la pista sobre la que el rapero escribe su canción.
Te decidiste a seguir la producción musical.
Comencé a hacer las pistas en 2006, pero no solo me gustaba hacer la música, también la letra, la portada, cómo podían ir las imágenes, los videoclips. Cuando decido estudiar música, solo había institutos. En uno de ellos me comentan sobre la producción de música. Estuve un poco reacio, pero era lo que venía haciendo en mi casa. Así fue como me metí.
¿Hay rechazo a la mujer dentro de la corriente?
En el hip hop hay mucho machismo. Una rapera, una MC, la tiene difícil, porque te tienes que enfrentar a una movida dominada por hombres, hace que tenga las cosas difíciles. Es una lucha constante de las chicas para posicionarse y lo hacen bien. En el underground hay una corriente feminista que se mueve, está posicionada, es fuerte e importante. No solo es hablar de igualdad, sino (generar) un equilibrio.