Me parece positivo que los líderes de las dos fuerzas que hoy gobiernan el país se reúnan. Me parece más positivo todavía que lo hagan dentro del protocolo adecuado, es decir, en Palacio de Gobierno y sin intermediarios. No hay ninguna necesidad de recurrir a las buenas intenciones de terceros para tener una conversación sobre los temas urgentes: la gobernabilidad, el estancamiento de la economía y la necesidad de unidad entre poderes para lograr metas a mediano y largo plazo.La reunión se producirá luego de haber terminado el que quizás haya sido el momento más álgido de las tensiones entre el Legislativo y el Ejecutivo: la virulencia de la acción pública del ex contralor y la arremetida de la bancada de Fuerza Popular sobre esa base terminaron por encajar un golpe casi letal al torpe manejo político que ha empezado a definir la gestión de PPK. Sin embargo, la reunión se dará también en medio de un momento de tensa espera y de tirante solvencia en la relación.El indulto a Alberto Fujimori ha vuelto a quedar sobre la mesa política y PPK se ha encargado de confundir más todavía a la opinión pública sobre cuál es su posición al respecto. El premier Zavala, por su parte, ha sido categórico al descartar esa posibilidad. La cuestión está entonces en ver cuál será el campo de negociación sobre el que operen PPK y Keiko Fujimori en su próximo encuentro. Porque lo cierto es que ya ambos mostrado sus deficiencias como líderes de sus agrupaciones.El primero para gobernar y la segunda para dejar gobernar.La cuestión está en ver cuál será el campo de negociación sobre el que operen PPK y Keiko Fujimori.