Mientras termino de escribir estas líneas, el ministro de Economía sigue respondiendo todas las interrogantes habidas y por haber que el Congreso, con justicia, plantea. Después llegará el ministro del Interior a someterse a un destino similar. La cuestión, más allá del fondo de golpear a la gestión de cada cartera, es que se ha hecho patente un enfrentamiento absoluto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. La pregunta que, más allá del análisis de los hechos concretos, toca hacernos es una: ¿quién pierde con este enfrentamiento?La respuesta, como irán ya viendo, es bastante sencilla: y es que somos todos los peruanos los que asumimos el costo del desgobierno que se genera. No pretendo aquí decir que ninguno de los poderes renuncie a los roles que la democracia les ha asignado. Pretendo, más bien, recordar que esta acción debe darse dentro de los cánones que el país reclama: nuestra Economía está parándose y las inversiones no parecen estar reaccionando frente a ninguno de los estímulos que se ensayan. La descuartización de los partidos va igual.La semana pasada, un congresista con la conciencia distraída (no sé si por el alcohol) reclamaba justicia a un contralor que, teóricamente, grabó a un ministro que lo presionaba para obrar en cierta forma. Ese es el Perú que nos toca cada jueves. Y aquí toca decir que el liderazgo es cuestión de madera. Ha llegado la hora de que los líderes de cada partido asuman la responsabilidad que tienen frente al país y recuerden que su acción u omisión acunará cada uno de los problemas que nos sacuda mañana. Y no sé si les queda tan claro como es.Desde el borde del abismo toca gritar: necesitamos madera.❧Ha llegado la hora de que los líderes de cada partido asuman la responsabilidad que tienen frente al país.