Estados Unidos

Joven emigró a Nueva York y rompe mitos sobre el 'sueño americano': “Nadie te cuenta esto”

Pérez subraya que, a pesar de las oportunidades en EE. UU., es crucial visibilizar los desafíos que enfrentan los inmigrantes, así como los intentos de las autoridades por erradicar estas plagas urbanas.

Pérez destaca que estas realidades no suelen ser mostradas en redes sociales ni en los relatos idealizados del “sueño americano”. Foto: Voz de América
Pérez destaca que estas realidades no suelen ser mostradas en redes sociales ni en los relatos idealizados del “sueño americano”. Foto: Voz de América

Mar Pérez, una joven latina que emigró a Nueva York, comparte su experiencia sobre las plagas que invaden la ciudad, desmitificando el idealizado “sueño americano”. Su relato revela una realidad que muchos desconocen. Vivir en Nueva York, un destino anhelado por muchos, no siempre es un cuento de hadas. Pérez, a través de su cuenta de Instagram @betyimarperez, expone la cruda realidad de convivir con ratas y cucarachas en la Gran Manzana. “Aquí hay demasiada rata y demasiada cucaracha”, afirma, evidenciando un problema que las autoridades locales han intentado erradicar.

La joven narra cómo las ratas, “del tamaño de un conejo”, se han convertido en parte del paisaje nocturno de la ciudad. “A las 21, ellas transitan. Ese es su horario de trabajo”, bromea, mientras comparte anécdotas que reflejan la incomodidad de vivir en un entorno donde las plagas son una constante.

Las ratas: un problema cotidiano

Uno de los momentos más impactantes para Pérez ocurrió al finalizar su jornada laboral, cuando se vio obligada a caminar por el medio de la carretera debido a la presencia de ratas que no la dejaban pasar. Este encuentro no es aislado; la joven ha tenido que lidiar con la invasión de roedores en su propio hogar. Relata cómo una rata logró abrir un hueco en el extractor de su cocina y devoró cuatro plátanos y aguacates que había dejado allí para madurar. “Yo no pensé que fuera una rata. Dije: ‘De pronto es el calor que quemó el plátano’. Pero no, la rata estaba comiendo para toda la semana”, explica.

 Pérez destaca que estas realidades no suelen ser mostradas en redes sociales ni en los relatos idealizados del “sueño americano”. Foto: Voz de América

Pérez destaca que estas realidades no suelen ser mostradas en redes sociales ni en los relatos idealizados del “sueño americano”. Foto: Voz de América

Las cucarachas también han sido un desafío significativo para Pérez. Al mudarse, se encontró con una “plaga terrible” de estos insectos, que parecían estar “regados como arroz”. Para combatir esta situación, tuvo que fumigar intensamente, un proceso que casi afectó su salud y la de su esposo. “El veneno usado casi nos perjudica”, asegura, reflejando la gravedad de la situación.

Desmitificando el sueño americano

Pérez destaca que estas realidades no suelen ser mostradas en redes sociales ni en los relatos idealizados del “sueño americano”. “Cuando yo estaba en mi país, decían que Nueva York era lo mejor del mundo, pero esto nadie lo cuenta”, afirma. A pesar de las dificultades, reconoce las oportunidades que le ha brindado Estados Unidos, pero insiste en la necesidad de hablar sobre los desafíos que enfrentan muchos inmigrantes al llegar.

La presencia de ratas en Nueva York es un problema reconocido por las autoridades locales. Según el Departamento de Salud, estos roedores pueden contaminar alimentos, propagar enfermedades y disminuir la calidad de vida de los residentes. En un esfuerzo por combatir esta problemática, la ciudad ha implementado zonas de mitigación de ratas, donde se concentran recursos para abordar la situación.

En 2022, la oficina del alcalde Eric Adams lanzó un curioso anuncio buscando a alguien con “el instinto asesino requerido” para crear una estrategia de exterminio de los roedores en Nueva York. Este “zar de las ratas” tiene un sueldo que oscila entre US$120 mil y US$170 mil anuales. Actualmente, el puesto lo ocupa Kathleen Corradi, quien fue nombrada como la primera directora de mitigación de roedores de la Gran Manzana, con el objetivo de cambiar la imagen de la metrópoli.