Donald Trump asegura que cerrará el Departamento de Estado en 2025: afectaría a los más necesitados en EE. UU.
El próximo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado su intención de cerrar el Departamento de Educación si llega nuevamente a la presidencia.
Luego de ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump ha puesto nuevamente en el centro del debate político su postura frente a la educación pública. Durante un mitin, anunció que eliminaría el Departamento de Educación en caso de ganar las elecciones presidenciales de 2024. Según Trump, esta decisión busca "reducir el tamaño del gobierno federal" y "devolver el control a los estados". Sin embargo, diversos sectores señalan que esta acción podría generar desigualdad en el acceso a una educación de calidad, especialmente entre los grupos más necesitados del país norteamericano.
La propuesta ha generado polémica, pues el Departamento de Educación desempeña un papel crucial en la asignación de fondos federales, supervisión de programas educativos y protección de los derechos de estudiantes con necesidades especiales. Analistas advierten que la desaparición de esta institución podría exacerbar las brechas educativas, dejando a millones de estudiantes en desventaja. Este anuncio se suma a las propuestas radicales que Trump ha promovido durante su campaña, las cuales han dividido a la opinión pública.
La promesa de Trump: ¿Quiénes serán los afectados si cierran el Departamento de Educación?
Entre los principales afectados por esta medida estarían los estudiantes con discapacidades y aquellos provenientes de familias de bajos ingresos. Según cifras del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, en 2022 más de 14 millones de estudiantes recibieron asistencia financiera a través de programas gestionados por el Departamento de Educación. Estos recursos son esenciales para garantizar servicios como transporte, almuerzos escolares y acceso a materiales educativos.
La ausencia de un organismo federal que regule estos programas podría derivar en desigualdades entre los estados. Algunos podrían optar por reducir sus presupuestos educativos, dejando a millones de estudiantes sin el apoyo necesario. Además, los recortes afectarían a los programas de ayuda para la enseñanza de inglés como segunda lengua, un recurso indispensable para estudiantes inmigrantes.
¿En qué afecta el cierre del Departamento de Educación en Estados Unidos?
El Departamento de Educación fue creado en 1979 con el objetivo de garantizar una educación equitativa para todos los estudiantes en Estados Unidos. Desde entonces, ha sido fundamental en la gestión de programas como becas federales, subsidios educativos y normativas contra la discriminación en las escuelas. Según datos oficiales, esta institución administra más de 68 mil millones de dólares en fondos anuales, destinados principalmente a programas para estudiantes con discapacidades y familias de bajos ingresos.
Cerrar esta dependencia implicaría trasladar sus funciones a los gobiernos estatales. Sin embargo, expertos aseguran que muchos estados carecen de los recursos y la infraestructura necesarios para asumir estas responsabilidades. "La eliminación del Departamento de Educación no solo afectará a los estudiantes vulnerables, sino que también pondrá en riesgo la calidad educativa en áreas rurales y comunidades marginadas", afirmó Jane McCarthy, analista educativa de la Universidad de Stanford.
El historial migratorio de Donald Trump incluye intentos de eliminar el programa DACA. Foto: Voz de América
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¿Qué opinan los detractores y defensores sobre la medida de Trump
La propuesta de Trump ha encontrado tanto defensores como críticos. Los partidarios del exmandatario aseguran que eliminar el Departamento de Educación permitirá reducir el gasto público y dará mayor autonomía a los estados para decidir sobre sus políticas educativas. Según el senador republicano Rick Johnson, “cada estado conoce mejor las necesidades de sus estudiantes y puede implementar programas más eficaces sin la interferencia del gobierno federal”.
Por otro lado, las críticas provienen principalmente de educadores, padres de familia y organizaciones civiles. "Es inconcebible que un país como Estados Unidos retroceda décadas en su política educativa", señaló Linda Carter, presidenta de la Asociación Nacional de Educadores. La eliminación de este departamento, afirman, también podría afectar la capacidad del país para mantenerse competitivo a nivel internacional en términos de innovación y desarrollo académico.