El pasado martes 26 de enero, la Dirección Regional de Salud de Tumbes informó sobre la defunción de un bebé de un año de edad, el cual contrajo la COVID-19. Las autoridades sanitarias detallaron que, debido a sus convicciones religiosas, en un primer momento los padres se habrían negado a acudir a los centros de salud.
Esta es una problemática que se extiende a distintos puntos de la región fronteriza. De acuerdo con lo declarado por el director regional de Salud, Rommel González, aún existe un 15% de la población objetivo, que implica un aproximado de 35.000 personas, que no acceden a la inoculación de la vacuna contra el coronavirus.
El médico resaltó que uno de los principales obstáculos sería la desinformación producto de creencias religiosas o alimentada por noticias falsas que se difunden a través de las redes sociales. Además, complementó que se han identificado grupos religiosos que se oponen a la vacunación en distintas zonas de la región, como Zarumilla, Canoa de Punta Sal o Mata Palo.
“Algunos pastores tienen preceptos como no permitir la vacunación. No creen en la vacuna y eso lo transmiten a otros miembros de su comunidad. Al momento que las personas adultas no se protegen, el problema también lo trasladan a otros, como a este bebé que no debió de fallecer”, puntualizó.
El funcionario señaló que ya han entablado conversaciones con algunos líderes religiosos, sin embargo, no todos accedieron a dejar de difundir mensajes antivacunas.
El funcionario explicó que el bebé de un año de edad contaba con dos comorbilidades que no habían sido detectadas por sus progenitores. La anemia y la desnutrición crónica serían factores que complicaron su estado, tras contagiarse de la enfermedad viral.
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“Estas enfermedades impiden que en niños de esta edad se desarrollen buenas defensas, como sucedería con uno que tiene su contextura normal. Estas condiciones de desnutrición crónica y anemia también son factores de riesgo”, comentó González.
La autoridad sanitaria resaltó que otro niño, primo del bebé fallecido, también habría dado positivo a la enfermedad viral, por lo que existiría una transmisión en el grupo familiar.