Parte de un problema mayor Armando Mendoza, economista. El Régimen de Jubilación Anticipada se ha convertido en un parche “temporal”, que no resuelve el problema de fondo: un mercado laboral marcado por la precariedad y la informalidad, donde a las personas mayores les resulta muy difícil, si no imposible, mantenerse. La jubilación anticipada y la devolución parcial de aportes son, más allá de las buenas intenciones, soluciones cortoplacistas y que conllevan el riesgo de generar una masa de personas mayores descapitalizadas y con medios precarios de subsistencia. Pero la controversia por la jubilación anticipada también refleja otro problema mayor: un sistema privado de pensiones rentista, con estructura oligopólica y nada competitiva, que viene acumulando problemas, y que en Chile, que fue el modelo sobre el que nos basamos, ya hizo crack. Mientras no encaremos una reforma de fondo en el campo laboral y previsional, seguiremos discutiendo por la hoja sin ver el árbol. El Congreso debe insistir Jaime Delgado, defensor de los consumidores. Es una mala noticia para los afiliados al Sistema Privado de Pensiones (SPP), especialmente si viene de un gobierno que debería sacar la cara por los afiliados y no por las AFP. Es un mecanismo excepcional para las personas que teniendo sus ahorros previsionales no podían hacer uso de ellos por no cumplir la edad de jubilación, pero que están desempleados y probablemente en serias dificultades económicas. El REJA permitió que los afiliados hicieran uso libre y soberanamente de hasta el 95,5% de sus fondos para destinarlos a lo que ellos podrían ver más conveniente y más rendidor que lo que les brindan las AFP. Escuchando la voz de la población, el Congreso aprobó ampliar este derecho, pero el Poder Ejecutivo prefirió hacer caso a las AFP y dar la espalda a los propios dueños de los fondos de pensiones. Eso es muy penoso. Solo queda esperar que el Congreso vea la forma de aprobar esta ley por insistencia, antes que acabe este año.