El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, recalcó, ante un medio estatal iraní, que la victoria de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos 2024 "no supone una diferencia" para Teherán.
Según Pezeshkian, el liderazgo en Washington no tiene un impacto significativo en Irán, pues el país depende de su "fortaleza interna" y de sus relaciones con los países de la región. Alineado con la política exterior iraní, enfocada a limitar la influencia de Estados Unidos en el Oriente Medio.
Durante un acto público, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, aseguró que el resultado de las elecciones en Estados Unidos, donde Donald Trump resultó ganador, "no supone ninguna diferencia" para su país. "Nuestro sistema se basa en nuestra fuerza interna como una nación de honor y grandeza", declaró Pezeshkian, en un comunicado emitido por la presidencia iraní.
En este sentido, el mandatario explicó que la "prioridad" de Irán es fortalecer sus lazos con los países islámicos y vecinos, enfatizando la necesidad de unidad entre naciones de la región para contrarrestar presiones externas.
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos se produce en medio de una relación históricamente conflictiva entre ambos países. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump decidió retirar unilateralmente a EE. UU. del acuerdo nuclear con Irán firmado en 2015, una decisión que desató una serie de sanciones económicas contra Teherán y que llevó al país a reducir progresivamente sus compromisos en el pacto.
Para Pezeshkian y otros líderes iraníes, el regreso de Trump a la Casa Blanca no representa un cambio significativo, pues consideran que el país ha desarrollado una capacidad de resistencia frente a las sanciones y presiones impuestas por Washington.
Las relaciones entre Washington y Teherán han sido tensas en las
La victoria de Donald Trump ha provocado reacciones en Irán que, lejos de mostrar preocupación, subrayan la independencia de su política. La portavoz del gobierno iraní, Fatemé Mohajerani, declaró recientemente que Irán "no está preocupado" por la elección de Trump, argumentando que "no hay diferencias sustanciales" entre las posturas de Trump y las de su antecesor, Joe Biden.
Este enfoque de resistencia y adaptación también fue destacado por el portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmail Baqaei, quien sugirió que el regreso de Trump puede ser visto como una "oportunidad" para revisar las políticas estadounidenses en la región y en particular su enfoque hacia Irán.
Además de su retiro del acuerdo nuclear, la relación entre Washington y Teherán se agravó en 2020, cuando Estados Unidos ejecutó un ataque en el aeropuerto de Bagdad. Lo que resultó en la muerte de Qasem Soleimani, líder de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, junto con Abú Mahdi al Muhandis, subcomandante de las Fuerzas de Movilización Popular en Irak.
Trump ofreció una conferencia de prensa tras conocer los resultados de las elecciones en Florida. Foto: AFP
Este evento tensó aún más la relación, llevando a Irán a presentar una solicitud de detención contra Trump y otros funcionarios a través de Interpol, mientras que un tribunal de Teherán condenó a Estados Unidos a pagar una indemnización de 50.000 millones de dólares por la muerte de Soleimani.
La postura de Teherán respecto a la nueva administración Trump deja claro que Irán seguirá priorizando sus relaciones en Oriente Medio y su alianza con países islámicos como un pilar estratégico. Pezeshkian reafirmó que si los países islámicos estuvieran unidos, "el régimen sionista no se atrevería a oprimir a los pueblos de Palestina y Líbano".
Esta perspectiva subraya el compromiso de Irán con una política regional que considera alinear a sus vecinos en defensa de intereses compartidos y en oposición a la influencia de Estados Unidos y sus aliados en la región.