Las aerolíneas que operan en Estados Unidos ahora enfrentan nuevas regulaciones que las obligan a otorgar reembolsos en efectivo a los pasajeros por vuelos demorados, cancelados o los que experimentan cambios significativos en itinerarios. La medida, impulsada por el Departamento de Transporte, busca fortalecer los derechos de los consumidores y garantizar una mayor transparencia en las políticas de reembolso de las compañías aéreas.
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De acuerdo con la normativa vigente, se considera un cambio importante si los horarios de despegue o aterrizaje de los vuelos varían en tres horas o más de lo previsto originalmente para vuelos domésticos o en seis horas, para vuelos internacionales. También se incluyen en esta categoría las alteraciones que conlleven el despegue o aterrizaje en un aeropuerto diferente al programado o el aumento de conexiones.
Los viajeros que sufran la pérdida de su equipaje podrán solicitar el reembolso del costo del mismo si no se les entrega dentro de las 12 horas siguientes a la llegada de su vuelo doméstico o dentro de las 15 o 30 horas después de la llegada de su vuelo internacional, según la duración del mismo.
Las aerolíneas deberán tener precaución con sus horarios para evitar inconvenientes con pasajeros. Foto: Aeronauticapy
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Este reglamento tiene como objetivo hacer que las aerolíneas rindan cuentas por los incidentes que han causado una serie de trastornos y problemas a los pasajeros en los últimos años. Un caso emblemático es el de Southwest Airlines en 2022, que resultó en la cancelación o retraso de casi 17.000 vuelos, así como en la pérdida de una gran cantidad de equipaje.
Además, durante la pandemia de Covid-19, las quejas sobre reembolsos aumentaron notablemente, ya que las aerolíneas cancelaban vuelos y, a pesar de no hacerlo, muchos pasajeros se sentían inseguros al compartir el espacio de la cabina con otros.
El Departamento de Transporte ha establecido una nueva regla que exige a las aerolíneas y agencias de boletos que sean transparentes en sus cargos por equipaje facturado, equipaje de mano y por la cancelación o modificación de una reserva. En los sitios web de las aerolíneas, estas tarifas deben ser visibles desde el primer momento en que los clientes consultan el precio y los horarios.
Además, la norma obliga a las aerolíneas a asegurar a los pasajeros que su asiento está garantizado y que no necesitan pagar un extra por él, aunque no impide que las aerolíneas cobren a los pasajeros por la elección de asientos específicos. Actualmente, muchas aerolíneas cobran un extra por ciertos asientos, que incluyen los de la fila de salida y los cercanos a la cabina. Esta norma permitirá a los consumidores ahorrar más de 500 millones de dólares al año.