Travis, una de las bandas más icónicas del Reino Unido, anuncia su regreso a Perú, que coincidirá con el lanzamiento de su décimo álbum de estudio, 'L.A. Times'. Con más de 25 años de trayectoria musical, su influencia se extiende a artistas contemporáneos como Coldplay y The Killers. Conversamos con Fran Healy, quien nos respondió algunas preguntas a propósito del concierto que brindarán en Lima el 13 de noviembre en el Arena 1. Entradas en Ticketmaster.
Travis siempre ha sido una banda que transmite amor por la vida a través de su música. ¿Cómo ha evolucionado tu perspectiva personal sobre la vida a lo largo de los años y cómo influye eso en la música que creas hoy en día?
Primero que nada, estuve hablando con alguien sobre lo que significa ser un artista. Este término 'artista' siempre me ha parecido algo elevado. Vengo de una clase trabajadora, y crecí pensando que ser artista era algo inalcanzable, reservado para personas educadas y de élite, como el ballet o la ópera. Para mí, el arte era para los ricos; ni siquiera asistí a festivales de música cuando era niño porque no podía permitírmelo. Pero al conocer a tantos artistas a lo largo de mi vida, me di cuenta de algo importante: todos tienen en común una parte que nunca creció más allá de los 6 años. Cuando eres niño, vives desde el corazón, sin filtros. A medida que crecemos, ocultamos esas emociones, pero los artistas mantienen esa conexión con su yo infantil, y eso se refleja en su arte. En mi caso, sigo siendo ese niño de 6 años. Ayer, por ejemplo, estaba conduciendo hacia la peluquería, y una canción en la radio me hizo llorar porque extrañaba a mi hijo. No me importa si alguien me ve llorando o cantando como si estuviera en un concierto. Eso es lo que me permite mi trabajo, y creo que, como artista, mi función es recordarle a la gente que está bien sentir y expresarse. Vivimos en una época de 'influencers' que quieren que compres cosas, pero el verdadero impacto de un artista es permitirte ser tú mismo, ser ese niño que todos llevamos dentro.
Francis Healy del grupo Travis. Foto: difusión
Se toma 2 años aprender a hablar y toma toda una vida aprender a permanecer en silencio. Ahora que has alcanzado los 50 años, ¿cómo ha cambiado tu manera de expresarse tanto en público como en situaciones personales?
Es una gran pregunta. No podía ser un buen padre si todo girara en torno a Travis. Siendo realista, los tiempos que vivimos ahora son extraños. Vemos cosas terribles sucediendo en el mundo y mucha gente no dice nada por miedo a ser cancelada o excluida. Vivimos en una época dominada por la vergüenza y el miedo, y eso hace que muchos se autocensuren. Lo interesante es que las redes sociales han dado voz a todos, pero la verdadera influencia sigue en manos de unos pocos. No importa cuántas opiniones publiques en X (Twitter); a menos que tengas el poder real, tu voz no cambiará mucho. Recomiendo leer a Robert Caro, que habla sobre la acumulación de poder. Es fascinante cómo la gente se engaña pensando que tiene control, cuando en realidad no es así.
Cuéntanos sobre el álbum "LA Times". Las canciones parecen reflejar la experiencia de vivir en Los Ángeles, pero al mismo tiempo podrían ser vivencias en Lima o cualquier otra ciudad. ¿Cómo fue el proceso de grabación para ti?
Grabar el álbum fue un proceso sencillo; nos tomó tres semanas en el estudio. Pero escribirlo, eso es otra historia. Es como perforar tu alma, tratando de descubrir qué estás sintiendo y cómo expresarlo. Es un proceso misterioso y, a veces, oscuro. Hay canciones en el álbum que son alegres, pero también hay mucho sobre las dificultades y contradicciones de la vida. A fin de cuentas, la música refleja eso: la vida misma, con todas sus luces y sombras.
Travis surgió hacia el final de la era dorada del CD, y desde entonces el streaming ha cambiado la forma en que las personas consumen música y viven sus vidas. ¿Cómo ves esta transformación y su impacto en la música?
Todo ha cambiado, pero al mismo tiempo, nada ha cambiado. Recientemente vi de nuevo la película 'Network', y me recordó que, más allá de cierta línea, los medios de comunicación siempre han sido lo mismo. Estamos en una era de fragmentación, pero creo que algo puede suceder que nos vuelva a unir. La música tiene ese poder, pero no estoy seguro de cuál será el próximo gran cambio. De todos modos, seguimos siendo humanos, con todos nuestros errores y contradicciones. Solo espero que podamos encontrar más cosas que nos unan en lugar de dividirnos.