¿Qué pasa cuando un hombre no ha tenido relaciones sexuales por mucho tiempo?
Aunque se destacan los beneficios del sexo, poco se aborda sobre cómo su ausencia prolongada puede afectar la salud, especialmente en hombres que contaban con una rutina sexual activa.
Se suele hablar mucho de los beneficios del sexo para la salud humana, pero pocas veces se discuten las consecuencias de la falta de esta actividad. Algunos hombres, como los asexuales, no sienten interés en el sexo y llevan una vida plena sin relaciones íntimas.
Sin embargo, para quienes estaban acostumbrados a una rutina sexual activa, la ausencia prolongada puede tener un impacto negativo en la salud. Por ello, es fundamental conocer los efectos de la falta de sexo y cómo puede influir en su bienestar.
¿Qué le pasa al hombre si deja de tener relaciones sexuales por mucho tiempo?
El sexólogo Christian Martínez y el urólogo Jorge Saldaña señalaron, en diálogo previo con La República, que los hombres que pasan largos períodos sin actividad sexual podrían experimentar eyaculación precoz temporal al retomar las relaciones.
“El semen, los espermatozoides y la próstata necesitan mantenerse activos. Si se eyacula tras un periodo prolongado de inactividad sexual, el control eyaculatorio será débil y la eyaculación ocurrirá rápidamente. Sin embargo, con frecuencia, se logra un mejor control”, explicó Martínez.
Además, aclaró que el término "sexo" incluye tanto la masturbación como las relaciones con una pareja (coito, sexo oral o anal). “Muchas personas creen que deben tener relaciones sexuales semanales con una pareja, pero lo esencial es lograr una eyaculación placentera con una erección sostenida, lo que también puede conseguirse mediante la masturbación”, subrayó Martínez.
Por su parte, Saldaña advirtió que la falta de flujo sanguíneo en el pene y el desuso de los músculos internos pueden causar problemas de erección a largo plazo, y en casos extremos, incluso reducir el tamaño del órgano. “Esta reducción ocurre a muy largo plazo, especialmente en personas mayores, donde la debilidad general afecta también las erecciones”, enfatizó.
¿Por qué razones se puede dejar de tener sexo?
Dependiendo de la persona, un hombre puede dejar de tener sexo por muchas razones:
- Creencias éticas, religiosas o culturales que desincentivan las relaciones sexuales en ciertos contextos sociales.
- Priorizar metas personales como educación, carrera o salud, que demandan mayor dedicación en determinados períodos.
- Problemas de salud mental, que pueden llevar a evitar el sexo y las relaciones íntimas para prevenir traumas o sufrimiento. También, conflictos de pareja pueden influir en la falta de actividad sexual.
- Inseguridades relacionadas con la apariencia o funcionalidad del pene, como curvatura, tamaño reducido o disfunción eréctil, que pueden llevar al hombre a evitar el sexo.
- El deseo sexual disminuido puede ser por desequilibrios hormonales o enfermedades crónicas como la diabetes, que requieren tratamiento médico.
¿Con qué frecuencia se recomienda tener sexo?
Tanto el sexólogo Christian Martínez como el urólogo Jorge Saldaña aconsejaron mantener una erección y eyaculación entre dos y tres veces por semana para preservar una buena salud sexual.
“Tener una vida sexual activa y mantener erecciones regularmente es un indicador de longevidad. La disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales puede reflejar que el cuerpo está entrando en un proceso de envejecimiento, lo cual requiere atención”, señaló Saldaña.
PUEDES VER: ¿Cómo saber si ya puedo recoger mi licencia de conducir en 2024? Revisa en el MTC si tu brevete está listo
¿Cuáles son los beneficios de tener relaciones con regularidad?
- Reducción de ansiedad y estrés gracias a la liberación de endorfinas.
- Incremento en la autoestima y sensación de bienestar.
- Mejoras en la memoria de la persona.
- Reducción del insomnio.
- Menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
- Fortalecimiento de la relación con la pareja.
- Disminución del riesgo de disfunción eréctil al tener al menos una relación sexual semanal.
- Menor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
