General Vera: “El Español es siniestro. Le gusta extorsionar y amedrentar”

En recientes apariciones públicas, el Asesor en la sombra del expresidente Pedro Castillo, el español Jorge Hernández Fernández, ha lanzado acusaciones contra el excomandante general Luis Llerena. El exjefe de la PNP rechaza las imputaciones y hace revelaciones sobre la conducta encubridora de graves delitos de este personaje.

—¿En qué circunstancias conoció usted a Jorge Hernández Fernández, el Español? ¿Quién se lo presentó?

—Al inicio de mi gestión (23 de mayo de 2022), por orden del entonces presidente Pedro Castillo. Me dijo para reunirme con este Asesor en la sombra para coordinar y eso se hizo conjuntamente con el exministro del Interior, Dimitri Senmache. El primer día, el presidente nos convocó, y a mí personalmente, luego de hacerle una exposición de la política de comando y de gestión (del sector) Interior, y como testigo estuvo Dimitri (Senmache). Me dijo: “General Vera, quédese que quiero conversar con usted”. Y ahí me dice: “Usted va a coordinar con mi asesor el Gringo Javier (Jorge Hernández Fernández)”. Pero ¿cuál es su nombre?, le pregunté. “Coordine usted con el ministro (Senmache)”, me dijo. Y desde el primer día de mi entrevista, ya empezó a presionar y obligarme a reunirme con este señor (el Español, también llamado Gringo Javier).

—¿Quién lo presionaba? ¿El presidente Castillo o el Gringo Javier (Jorge Hernández Fernández)?

—El presidente Castillo.

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—¿A cuántos días de su designación como comandante general de la Policía Nacional el expresidente Pedro Castillo lo convocó a Palacio de Gobierno para que coordine con el Español?

—Fue a los cinco días de mi nombramiento. Recuerdo que en esa primera reunión salimos con esa orden de coordinar con el Gringo Javier o el Español. Luego el exministro Senmache me llamó y me dijo que teníamos reunión con el Gringo. Yo pensé que era una reunión protocolar o formal. Él me llevó en su vehículo a la calle Roma, en San Isidro. Y allí el exministro Senmache me presentó al Gringo Javier.

—¿Fue la primera vez que vio al Gringo Javier o el Español?

—Por supuesto que sí. Yo no lo conocía antes y no sabía quién era. Además, era la orden del presidente Castillo de reunirme con su asesor y como policía somos disciplinados.

—¿Qué le dijo el Español?

—Él siempre se ufanaba. “Yo soy su máxima confianza del presidente Castillo y voy a coordinar con ustedes el sector Interior y la Policía Nacional y vamos a ver los cambios”, decía el Español, que entonces era conocido como el Gringo Javier.

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—¿Cuántas veces se reunió con Jorge Hernández Fernández (el Español)?

—Creo que en tres oportunidades. Dos con el ministro Senmache y una solo con el Español.

—¿Qué temas trataron en esas reuniones?

—Solamente los cambios de colocación de los generales. Ese señor (Jorge Hernández) era muy soberbio, muy autoritario, porque quería sacar y cambiar a varios generales. Pero yo impuse mi posición institucional. Yo le expliqué al ministro Senmache que le iba a enviar la propuesta, pero me contestó que era una orden del presidente de coordinar con el Español. Al salir de la reunión, le pregunté al ministro quién era esa persona, ¿quién era ese sujeto?, ¿cuál era su identidad? Quedamos que íbamos a averiguar porque en realidad ese señor tenía mucho poder con el presidente Castillo.

—¿Y llegaron a identificar al Gringo Javier?

—Mi cargo era muy complicado porque en esos momentos el país estaba con conflictos sociales, protestas y rebasaba la delincuencia. Y yo paraba viajando, pero mandé a un grupo de contrainteligencia para que lo investigara.

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—¿Y qué encontraron?

—Nadie conocía su verdadero nombre. Este señor es siniestro. Nunca decía su nombre a nadie. Le gusta extorsionar y amedrentar.

—Luego de la salida del exministro Senmache, ¿siguió reuniéndose con el Español?

—Al terminar la gestión de Senmache, el Español empezó a presionarme y a llamarme por teléfono para exigir cambios de oficiales a unidades ejecutoras sin tener estudios de contrataciones o certificaciones para el cargo. Siempre me opuse y allí empezó el hostigamiento. El Español me presionaba y decía que el presidente Castillo quería que pusiera a tal general.

—¿Por qué lo presionaban?

—Porque me oponía a los cambios que él quería hacer. (También) cuando salí a la prensa a anunciar la conformación de grupos operativos para ubicar a los sobrinos del expresidente Castillo. Eso no les gustó y me siguió presionando. Incluso, cuando cayó (detenida) Yenifer Paredes, otro Asesor en la sombra me llamó la atención porque había dejado que el coronel Harvey Colchado Huamaní y los fiscales ingresaran a la residencia presidencial. Me amenazaron y al día siguiente me destituyeron. Todo por enfrentarse al Gobierno.

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—Sin embargo, Jorge Hernández (el Español) niega conocer al expresidente Castillo.

—Pero es falso. Este sujeto directamente con el presidente eran uno solo, ellos se conocen y se saben muchas cosas criminales.(El Español) lo está protegiendo.

—¿Jorge Hernández le pidió proteger a los sobrinos del presidente Castillo?

—Me dijo que ellos le habían contactado con el presidente Castillo y que el presidente le decía hijo a él. “A mí, el presidente me dice hijo y ahora soy de su máxima confianza”, eso me comentaba el Español. Eso fue en junio o julio (de 2022), en un restaurante de San Isidro. También me dijo que conocía al general Raúl Alfaro (quien luego reemplazaría al general Luis Vera), que eran amigos de antes. Que conocía a los sobrinos del presidente y que este le había encargado los cambios y los puestos claves de los generales. “¡Tienes que apoyar, si no, el Alto (presidente Castillo) te va a sacar!”, me decía Jorge Hernández.

—¿A quién tenía que apoyar?

—Indirectamente, a los sobrinos, pero más en los cambios (en la cúpula de la Policía Nacional), porque su interés era Digimin (Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior), inteligencia paralela y puestos clave en la Policía.

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—¿Le comentó algún nombre para esos puestos clave?

—Me reservo el derecho porque voy a declarar en la Fiscalía.

—¿A qué generales se refiere?

—Antes de mi designación, iban a poner al general Raúl Alfaro. Este sujeto (el Español) lo captó con una intención criminal, pero conmigo se enfrentó. Él me dijo: “Tú no ibas a ser comandante general, quien iba a ser comandante general era Alfaro”. Eso lo dijo en el restaurante La Bonbonniere. Jorge Hernández era el brazo protector directo del presidente (Castillo) porque le veía todas sus cosas en temas de inteligencia y seguridad. Pero, lamentablemente, destruyó la Policía y la Digimin al colocar a su amigo, el coronel Jorge Cassanova Cubas. El Español hacía lo que quería con la Digimin.

—¿Y eso lo sabía el exministro Dimitri Senmache?

—¿Usted cree que el ministro Dimitri Senmache y yo como comandante general de la Policía Nacional nos vamos a reunir varias veces con un don nadie, sin que lo supiera el presidente? ¡Imposible! Cada vez que me convocaba el presidente Castillo, me preguntaba si estaba coordinado con el Gringo Javier. Y en esa oportunidad le expliqué que sí, pero que él (Gringo Javier) me estaba pidiendo cambios que no podía hacer.

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—Según el Español, usted se benefició económicamente con la designación de los generales Rafael Ríos Zavala y Max García Esquivel en puestos clave.

—Eso no es cierto, porque ningún general me ha entregado un sol. Eso es mentira. Todo se trata de una venganza por parte de este señor que está metido en el tráfico de terrenos.

—¿Y los 65.000 soles que supuestamente era para usted, pero finalmente se le entregaron al general Raúl Alfaro de parte del coronel Rafael Sánchez para quedarse en Fondo de Apoyo Funerario (Fonafun)? ¿Eso es cierto?

—Eso es una farsa. El coronel (Rafael Sánchez) tendrá que dar su versión.

—Pero usted designó al coronel Sánchez como gerente general de Fonafun, en junio de 2022, cuando eso fue irregular.

—El cambio fue por necesidad de servicio. Además, no conocía al coronel Sánchez.

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—Entonces, ¿quién le propuso para que el coronel Sánchez sea gerente de Fonafun?

—El Español lo propuso y tengo entendido que también al ministro Senmache, durante la reunión en su casa de San Isidro. Al coronel Sánchez recién lo conocí cuando fue nombrado, es un coronel correcto y tiene mucha experiencia, al igual que su antecesor.

—Si su antecesor era correcto y tenía mucha experiencia, ¿por qué lo cambiaron?

—Se hace una evaluación, pero ahí viene también la presión.

—¿Quién lo presionó?

—El presidente (Castillo), porque él tenía intereses en ese cambio de Fonafun. El mismo Español dice que le sacó un dinero al coronel Sánchez, que luego le dio a mi antecesor (general Raúl Alfaro). Entonces, analicen quién lo puso ahí.

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—El Español refirió que mantuvo oculto en su casa al sobrino del expresidente, Fray Vásquez Castillo, y que usted lo sabía. ¿Es cierta la versión?

—No. Porque si así hubiera sido, también el exministro Dimitri Senmache lo habría sabido, porque los dos hemos estado en su casa. Jamás lo hemos visto y tampoco nos ha comentado. A la única persona que hemos visto es a Javier Castellanos (el tío de Jorge Hernández), quien nos abría la puerta y nos saludaba. Este señor (el Español) ha encubierto no solo a Fray Vásquez, sino a todos los prófugos. ¿Cómo? Con su inteligencia paralela. Y eso me consta porque lo hemos buscado.

“Exministro Senmache, diga la verdad sobre el Español”

—¿Usted cree que se filtró información sobre las operaciones para detener a los sobrinos de Castillo y al exministro Juan Silva?

—Lamentablemente, la Digimin estaba ahí. ¿Y quién manejaba la Digimin? El coronel Cassanova. ¿Y atrás de él quién estaba? Este sujeto, el Español. Él ha sido el brazo protector del expresidente Castillo.

—Usted dice que, después de su destitución como comandante general de la PNP, descubrió quién era realmente Jorge Hernández. Esa información la proporcionó al general Raúl Alfaro.

—No, porque yo sabía que él era su amigo. Este señor, en un acto de venganza, puede decir lo que quiere como todo delincuente. Debe ser detenido nuevamente y no estar libre en una mansión con un teléfono amenazando y extorsionando a otros generales. Y le pido al exministro Senmache que dé la cara y diga la verdad: que el Español sí conocía al expresidente Castillo.

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