Alejandro Toledo llega hoy para responder en el caso Odebrecht

El expresidente Alejandro Toledo llega este domingo a Lima, luego de un proceso de extradición que tomó más de cinco años. El otrora mandatario de un gobierno que significó el retorno del país al sistema democrático hoy retorna para rendir cuentas ante la justicia peruana, por un caso de corrupción, por la recepción de sobornos de la constructora Odebrecht.

Toledo Manrique partió anoche a las 11:10 p.m. de la ciudad de Los Ángeles. Su arribo a Lima está previsto para las 7:30 a.m. Un último acto suyo en Estados Unidos fue solicitar a las autoridades norteamericanas la devolución de un millón de dólares que había depositado por concepto de fianza.

Apenas llegue a la capital, el exmandatario será trasladado al Poder Judicial para el desarrollo de diligencias de identificación. Si bien aún no hay una determinación oficial desde el sistema penitenciario, todo indica que ingresará al penal de Barbadillo, en Ate, donde están recluidos los exmandatarios Alberto Fujimori (25 años por violaciones a los derechos humanos) y Pedro Castillo (36 meses de prisión preventiva por el fallido golpe de Estado).

De hecho, el titular del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Javier Llaque Moya, consideró como muy probable que Alejandro Toledo también sea internado en Barbadillo, aunque la decisión está a cargo de la junta de clasificación. Así lo explicó el viernes en una entrevista con canal N.

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“Siempre habrá capacidad para uno más y en las condiciones similares a los que ya están”, comentó Llaque Moya. De hecho, en el penal de Barbadillo hay condiciones para tener a una tercera persona.

La sombra de Odebrecht

Alejandro Toledo enfrentará un proceso judicial por los presuntos delitos de colusión y lavado de activos, por recibir 35 millones de dólares de Odebrecht, a cambio de favorecer a esta empresa brasileña con la adjudicación para la construcción de la carretera interoceánica.

El Ministerio Público solicitó veinte años y seis meses de prisión y la inhabilitación por el periodo de nueve años. El fiscal a cargo del caso, José Domingo Pérez Gómez, ratificó el viernes último los cargos.

Este lunes continuará la audiencia de control de la acusación en el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, que preside el juez Richard Concepción Carhuancho. Se trata de una etapa previa al inicio del juicio oral.

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Balance en negro

En diálogo con La República, el historiador José Ragas consideró este retorno de Alejandro Toledo como un momento importante, en relación con el mensaje que da el país sobre el funcionamiento del sistema de justicia.

En términos históricos, José Ragas apunta que la presente etapa es muy especial, debido a que todos los expresidentes que llegaron a Palacio luego del retorno a la democracia enfrentan investigaciones o requerimientos de prisión preventiva por presuntos actos de corrupción. (La única excepción corresponde a Francisco Sagasti).

Desde su punto de vista, hay un contraste, pues por un lado el país vive el periodo más extenso de estabilidad democrática, pero no hemos estado en capacidad de luchar contra el sistema de corrupción, que ha estado vigente en los más altos niveles de gobierno.

En periodos históricos pasados hubo casos concretos de gobernantes que también tuvieron que comparecer ante la Justicia. “Históricamente, el caso más famoso fue en la época del guano, en un periodo de crecimiento económico, cuando José Rufino Echenique, quien pidió asilo en la embajada de Londres y tuvo que escapar del país para evitar acusaciones de corrupción”, explica Ragas.

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Y también reseñó el caso de Augusto B. Leguía, quien también gobernó en un periodo de crecimiento económico y enfrentó acusaciones de corrupción. “Cuando salió del país, fue devuelto y terminó sus días en prisión”, precisa.

Pero en el presente momento histórico, todos los exgobernantes están requeridos por la Justicia. “Con la excepción del expresidente Francisco Sagasti, todos los demás son procesados o están en prisión o han tenido que evadir la prisión. Eso dice mucho de estos últimos años”, reflexiona José Ragas.

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La palabra

José Ragas, Historiador

“Hay un contraste sobre el periodo que vivimos de estabilidad, pero con los exmandatarios investigados o con pedidos de prisión. Eso nos debe llevar a pensar por qué no hemos podido combatir la corrupción”.