Los cardenales, tras cuatro votaciones en el cónclave, escogieron finalmente al Papa número 267 de la historia de la Iglesia católica: Robert Francis Prevost Martínez, obispo y religioso agustino estadounidense y nacionalizado peruano desde 2015, para suceder al papa Francisco.
El nombramiento de quien fuera obispo en la ciudad norteña de Chiclayo, en la región Lambayeque, ha despejado la incertidumbre suscitada tras el fallecimiento del papa argentino. El líder de la fe católica seguirá el carácter convocante a la paz y a la unidad en tiempos de inestabilidad política, económica y social en el mundo entero.
Prevost decidió llamarse León XIV, en señal de continuidad. A fines del siglo XIX, el papa León XIII fue el padre de lo que hoy se conoce como la doctrina social de la Iglesia. Ese Papa procuró modernizar a la institución católica para incluir a los que sufrían en las crecientes urbes.
Leon XIII abogó por los obreros en un contexto de cambios profundos en las estructuras sociales. Todo esto en un siglo repleto de revoluciones industriales que dejaba -a los desfavorecidos- a las afueras del progreso.
Además, hay un segundo mensaje al adoptar el nombre León. Fray León, fue asistente y seguidor de San Francisco de Asís.
El nuevo Pontífice tuvo el gesto de cambiar su discurso en italiano para hacerlo en español y dirigirlo hacia la feligresía que lo acompañó por más de 20 años en la ciudad de Chiclayo. Este es un mensaje que se debe rescatar. Antes de ser elegido papa, habló a favor de los migrantes, en contra de la política del actual mandatario de EE.UU, Donald Trump.
León XIV, cuando vivió en el Perú, trabajó directamente con las poblaciones vulnerables en sus más de cuatro décadas de labor pastoral en las tierras norteñas.
Su sensibilidad con quienes sufren lo llevó, en diferentes ocasiones, a brindar discursos públicos críticos del establishment con el objetivo de defender a las víctimas de diversos tipos de abusos.
Así, por ejemplo, resalta su rol en defensa de las víctimas del disuelto Sodalicio de Vida Cristiana. También habló contra la dictadura fujimorista y criticó el indulto de Alberto Fujimori, por burlar la memoria de las víctimas. Son estandartes de una vida que ha procurado exaltar los valores éticos necesarios para garantizar una paz social duradera.
Desde La República, felicitamos al nuevo Papa y nos comprometemos a seguir aportando con el rol periodístico que procura tener la verdad para construir un mundo más justo y solidario.