Esta es una temporada de propuestas insólitas. El gobernador de Junín quiere invitar a Nicolás Maduro a conmemorar los 200 años de la batalla del mismo nombre de la región de la sierra central. Es un mandatario que ha liquidado el sistema electoral que llevó a esa autoridad peruana al poder. Pero darle la mano a un presidente parece ser irresistible.
Hace un tiempo algunos gobernadores del sur andino se desflecaban en invitaciones al expresidente Evo Morales. El exgobernador de Junín Vladimir Cerrón, cuando no era prófugo, paseaba al boliviano por los restaurantes de Lima. Sin duda hay un gusto regional por lo internacional. Nada malo en eso, pero hay que calcular.
Por su parte el ministro de Defensa está sugiriendo armar a las rondas campesinas como una manera de luchar contra la delincuencia. Sin duda está pensando en el papel de esas rondas en la lucha contra abigeos y senderistas. Pero no está pensando que las bandas que hoy estructuran el crimen en el país son casi exclusivamente urbanas.
Repartir armas en el actual clima político tiene un aire de familia con la propuesta de sacar a la Fuerza Armada a las calles para atajar la inseguridad. Sin una organización bien estructurada de esas rondas, nadie puede asegurar dónde terminarán esas armas, ni qué efectos políticos puede tener una militarización de facto en el campo.
Ahora hay una multiplicación de nuevas carreteras hacia los Andes, es decir sus proyectos. Una modernización de la Carretera Central que ya conocemos (Prialé, ya tiene décadas). Otra modernización de la carretera que bordea Canta. Un nuevo proyecto que iría del kilómetro 50 (La Chutana) hacia arriba. No son los únicos proyectos.
En otro plano, el alcalde de Miraflores no tiene muy claro qué hacer con los espacios públicos en su distrito. Limitar, o incluso prohibir su uso no va a llevar a ninguna parte. Más bien podría hacer esos espacios más y mejor utilizables. Su propuesta para alejar el monumento a Grau de los visitantes en la avenida Pardo ha sido insólita.
Vemos, pues, que hay propuestas insólitas que no llevan a ninguna parte y no corren riesgo de materializarse, otras que no tienen la menor posibilidad de hacerlo, y luego las que son, o al menos parecen, peligrosamente fáciles de llevar a la práctica.
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).