Opinión

Bárcena, las consecuencias, por Mirko Lauer

"No parece haber sido la intención, pero el jalón de pelos a Dina Boluarte la ha debilitado políticamente, de varias maneras. Por lo pronto ha revivido el tema de las muertes en las protestas del 2023".

MIRKO
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No parece haber sido la intención, pero el jalón de pelos a Dina Boluarte la ha debilitado políticamente, de varias maneras. Por lo pronto ha revivido el tema de las muertes en las protestas del 2023. De otra parte ha esparcido una aureola de ineficiencia sobre todo el equipo de Gobierno, comenzando por ella misma.

Además se ha infiltrado un malestar en las relaciones entre Palacio y la Policía. En las actuales circunstancias de inestabilidad (aunque el Gobierno diga lo contrario) malas relaciones con la Policía pueden llevar muy lejos. En estos tiempos los PNP defenestrados no guardan silencio, sino que pasan a convertirse en renegones mediáticos.

La relativa distancia física de Boluarte con ciertos públicos ya era una señal de debilidad política. Ahora va a tener que cuidarse de todos los públicos, lo cual empeora las cosas. Los presidentes suelen aparecer resguardados, pero la situación pretoriana tiene un límite. Ya no habrá visitas políticas al campo, pues exigirían batallones enteros.

Pues es obvio que la viuda ayacuchana despertará sueños de emulación. Un empujón a la presidenta, no necesariamente de un deudo de las muertes del 2023, puede valer un puesto en una lista parlamentaria más adelante, por ejemplo. Mas no pensemos que ella va a ser el único blanco para las formas más suaves de violencia, de aquí al 2026.

Una debilidad adicional producida por el incidente es que este ha sacado a la luz pública lo que Boluarte quería mantener disimulado. Es decir que los muertos finalmente han saltado al primer plano de la atención pública. Con lo cual la consigna “Dina asesina” se ha vuelto un problema que requiere urgente solución, política y judicial.

Para Ayacucho mismo lo sucedido aporta su propio karma, pues la zona viene necesitada de sucesivas pacificaciones. Para todo el sur andino el jalón de pelos es inquietante. Tanto así que Boluarte no debería permanecer callada ante lo sucedido, ni dejar que sus ministros se hagan los suecos, empezando por Alberto Otárola.

Suena medio contrafáctico, pero la señora Ruth Bárcena le puede haber hecho un favor a Boluarte, al permitirle tomar por las astas el más serio toro de su Gobierno. El cual además irá creciendo con cada mes que pase.