El abandono de la Amazonía
Volquetes ecuatorianos cruzan la frontera con crudo de oro extraído informalmente en territorio peruano.

Ver cruzar sin ningún control los volquetes del país vecino por la frontera peruana a la altura de Condorcanqui, transportando mineral llamado crudo, para realizar luego en su territorio la separación del oro, pone en evidencia los males que aquejan a la Amazonía peruana, en la que confluyen todo tipo de delitos que van desde la deforestación por tala ilegal, contaminación de ríos por la minería ilegal y el asesinato sistemático de los líderes indígenas que son los defensores del bosque.
Este caso documentado por La República en un informe exclusivo muestra que no existe autoridad específica que evalúe los cargamentos y que controle el paso de los camiones de un país a otro.
Se trata de una circulación de volquetes de ocho toneladas, con placa ecuatoriana, que cruzan en caravana, día y noche. El concentrado de mineral con oro, plata y zinc es extraído del derecho minero Comaina 1 y se lleva a procesar a la planta de Portovelo, Ecuador.
Los trabajadores que realizan estas labores han llegado de diferentes puntos del país y se amparan en un proceso inacabado de registro en el Reinfo, mientras en el Congreso se amplía el plazo de la formalización, manteniendo este tipo de prácticas que no pueden ser perseguidas por la autoridad peruana.
El lado peruano solo muestra los socavones que deja la extracción informal, que daña el medio ambiente y provoca la contaminación de los ríos por el uso indiscriminado de explosivos, maquinaria pesada: motores, excavadoras, compresoras.
Hay diferentes salidas para evitar esta expoliación de recursos. La implementación de Migraciones en la frontera, como tiene Ecuador. Se trata de una acción que debe emprender también la Sunat para evitar que el mineral que sale no pague impuestos.
Para ello es necesario una política de Estado que vele por la Amazonía y sus riquezas naturales y evite su depredación y la presencia de actividades ilícitas o no normadas por las leyes peruanas. Se requiere también un entendimiento bilateral que nos permita actuar en la zona de frontera que compartimos con el Ecuador, en aras de obtener una visión compartida sobre desarrollo y futuro para ambos pueblos a los que une la historia y la geografía.








