Ayacucho, ayer y hoy
Hay muchos pendientes a un año de celebrarse el bicentenario de la independencia de América.

A un año del bicentenario de la Batalla de Ayacucho, la gesta latinoamericana que dio origen a la emancipación de un continente del yugo español, es interesante ver en perspectiva cómo esos valores de independencia, libertad y justicia se proyectan a la hora actual, dejando saldos que no han podido ser superados pese a los casi 200 años transcurridos.
El mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, venezolano de 29 años, logró la victoria para el Ejército Libertador en la Pampa de la Quinua, Ayacucho. La arenga antes de emprender el desigual combate por la superioridad en hombres y armas del ejército español fue: “Soldados, de los esfuerzos de hoy depende el futuro de América del Sur; otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia”.
Sucre, en representación del libertador Simón Bolívar, quien luego del triunfo de Junín había viajado a Lima, sella así, con la firma del acta de rendición, el acuerdo del retiro definitivo del virrey español y sus tropas del último territorio en ser recuperado, el Perú.
PUEDES VER: A paso lento, por Santiago Dammert

Es bueno recordar a los épicos batallones peruanos del general José de La Mar; la caballería liderada por William Miller y la división del heroico colombiano José María Córdova, quien al grito de: “División, armas a discreción, de frente. Paso de vencedores”, encabeza la ofensiva final.
En el ejército libertador se unieron hombres de diferentes geografías y razas, bajo la convicción de los beneficios de la ansiada libertad. Eran 300 años de coloniaje y de luchas independentistas iniciadas en 1806, con las que fue posible formar las nacientes repúblicas. El Perú requería del esfuerzo conjunto latinoamericano para romper las últimas cadenas. Ayacucho es el símbolo de esta solidaridad y fraternidad.
199 años después, el esfuerzo por ser libres no logró la tarea de hacernos iguales. Somos el continente que alberga más desigualdad y que en el Perú, aún hoy, se muestra la intolerancia de la discriminación y el racismo.
PUEDES VER: Desde la desesperanza, por Paula Távara

Es sumamente preocupante que nuestro país ocupe el último lugar en satisfacción de la democracia, según el Latinobarómetro 2023. Con un 8%, figura último en el estudio que evalúa año a año a 18 países del continente.
En la lucha de los libertadores está contenida la promesa de crear una sociedad de ciudadanos con las mismas oportunidades e iguales ante la ley. Todavía hay mucho por construir para convertir ese sueño de la independencia en realidad.






