Congreso aprueba retiro de la CTS

¡Bájenos el tonito!, por Maritza Espinoza

“No crea que porque usted lo afirma con su vozarrón de capataz todos le vamos a creer que es impoluto como una vestal. Cada centavo que toca está bajo sospecha...”.

La verdad es que las destempladas maneras de patroncito irritado que se gasta don Alberto Otárola ya nos están llegando a la coronilla. Este caballero, que cayó en el poder de refilón, parece creer que los periodistas somos algo así como unos pongos igualados que nos atrevemos a husmear en sus sacrosantos asuntos.

Así que, en plan de damisela ofendida, ha llegado a decir que es “peligroso” que la prensa esté pidiendo cuentas “hasta de la marca de lápiz” que usa, sin darse cuenta de que, mientras ese lápiz (o libretita o almuercito o puesto público) se pague con los dineros de la ciudadanía que se raja el lomo para cumplir con sus impuestos, la prensa —y cualquier ciudadano— tiene todo el derecho del mundo a que se le rinda cuentas de cada chaucha que pase por sus manos.

¿Eso lo ofende? Pues no podría importarnos menos. El señor es un empleado público —al igual que su jefa— y a un empleado, sea el jardinero, el cajero, el conserje o el primer ministro, se le tienen que vigilar las cuentas porque, frase de abuelita que viene muy bien al caso, “en arca abierta, el justo peca”.

Y aunque Otárola se llene la indignada boca diciendo que este Gobierno no es como el “corrupto Gobierno de Pedro Castillo” (del que su jefa formó parte sin jamás hacer una sola denuncia), hay serios indicios de que, a la hora de darse gustitos, estos señores no sacan de la suya, sino de la nuestra y esa información jamás puede ser reservada, porque, aquí y en la Cochinchina, salvo la seguridad nacional, no hay tema de interés público en el que los periodistas no podamos meter las narices.

Así que, señor Otárola, a ver si nos va bajando el tonito.

No crea que porque usted lo afirma con su vozarrón de capataz todos le vamos a creer que es impoluto como una vestal. Cada centavo que toca está bajo sospecha y rendir cuentas es su deber mínimo para quien le da de comer: el pueblo peruano.

Maritza Espinoza

Choque y fuga

Periodista por la UNMSM. Se inició en 1979 como reportera, luego editora de revistas, entrevistadora y columnista. En tv, conductora de reality show y, en radio, un programa de comentarios sobre tv. Ha publicado libro de autoayuda para parejas, y otro, para adolescentes. Videocolumna política y coconduce entrevistas (Entrometidas) en LaMula.pe.