El saqueo y la conquista, por Roberto Ochoa

“Y las amenazas vienen del propio Ministerio de Cultura: el mismo 12 de octubre se publicó un proyecto de DS que busca modificar la Ley General del Patrimonio...”.

El 12 de octubre se celebró un aniversario más del descubrimiento europeo de América y no faltaron los aguafiestas que insisten en sentenciar con variables del siglo XXI una hazaña realizada a fines del siglo XV. Lo patético es comprobar que estos críticos son, en su enorme mayoría, descendientes de esos exploradores y conquistadores, pero se rasgan las vestiduras como si fueran hermanos de sangre de Moctezuma o de Atahualpa. Más patético resulta que se arañen por algo que sucedió hace quinientos años, pero se hacen de la vista gorda con los saqueos actuales.

Esta semana, por ejemplo, la Dra. Ruth Shady tuvo que salir en persona a denunciar nuevas invasiones que siguen amenazando con destruir la zona arqueológica de Caral, aquicito nomás, en el norte de Lima.

Estos atropellos los vemos también en Machu Picchu, donde las autoridades cusqueñas de Aguas Calientes en complicidad con agencias de viaje cusqueñas y empresarios cusqueños confabulan para la destrucción de la llaqta inca. Y todo para ganar unos dólares más con los boletos y el transporte de turistas.

Y las amenazas vienen hasta del propio Ministerio de Cultura: el mismo 12 de octubre se publicó un proyecto de DS que busca modificar la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.

La nueva disposición propone eliminar de forma definitiva el trámite de los certificados CIRA (Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos) antes de ejecutarse cualquier tipo de obra. Es decir, solo se implementará un plan de monitoreo arqueológico (que es una vigilancia) una vez que haya empezado la obra y cuando ya estén destruidas las evidencias.