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Corre, Dina, corre por NY, NY, el musical, por Augusto Álvarez Rodrich

La presidenta y el periodismo: más que amenaza, precariedad.

Antes que amenaza, el incidente de anteayer en Nueva York entre la presidenta Dina Boluarte y la periodista Angélica Valdés de Canal N refleja a una jefa de estado con dificultad y precariedad para cumplir la función elemental de un político, especialmente de una mandataria, de ofrecer respuestas a la ciudadanía a través del periodismo.

Cuando estaba por ingresar a un edificio, en Manhattan, Valdés se acercó a Boluarte, quien le hizo el gesto de que declararía luego, a la salida, pero cuando reapareció, la presidente salió presurosa para eludir a la reportera.

Caminando a paso ligero por la calle, pues la presidenta corría y Valdés la seguía, la reportera alcanzó a preguntarle, con la agitación de la caminata, por las críticas a su decisión de sacar a las fuerzas armadas a la calle para combatir a la delincuencia —interrogante legítima e indispensable, ‘de cajón’—, ante lo cual Boluarte le respondió: “Está usted un poco agresiva con su pregunta, señora periodista.

Todo mal. Primero, la precariedad del equipo que acompaña a la presidenta, quien corría casi como pollo sin cabeza por la calle, sin saber dónde ir ni que automóvil abordar.
Segundo, es una falta de respeto de un político el no detenerse a declarar ante un periodista, obligándolo a seguirlo con dificultad, teléfono en una mano, micrófono en la otra, cuidando de no tropezarse y caer. Mejor decirle ahora no voy a declarar, lo haré luego.

Tercero, es un error correrse de la prensa y creer que basta declarar a TV Perú, como le dijo a Valdés, especialmente cuando Canal N había enviado un equipo especial a Nueva York para cubrir las actividades de la presidenta, quien, además, con esas declaraciones le hace daño al canal del estado.

Cuarto, la pregunta de Valdés no llevaba agresividad alguna. La acometividad venía, más bien, de la presidenta, al hacer su comentario.

Quinto, la respuesta de Boluarte de que los temas del Perú los trata en el Perú es absurda, especialmente luego de anunciar, desde Nueva York, las nuevas medidas de seguridad.

Antes que autoritaria, Boluarte parece así una presidenta precaria. Todo político tiene la obligación de dar la cara al periodismo con transparencia.

Augusto Álvarez Rodrich.

Claro y directo

Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.