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Contra el dragón amarillo, por Angie Higuchi

"Las causas de la floración que permite el fruto del limón se han visto limitadas por las lluvias que no han cesado hasta mayo pasado en nuestra costa norte".

Investigadora y profesora del departamento de Administración de la Universidad del Pacífico.

Al cierre de esta columna, el precio del limón bordea los 16 soles por kilo en Lima Metropolitana. Las causas de la floración que permite el fruto del limón se han visto limitadas por las lluvias que no han cesado hasta mayo pasado en nuestra costa norte. Asimismo, al no poder realizar la práctica de agoste —quitar el agua un mes antes de la floración— se ha producido la asfixia de la raíz de los limoneros, impidiendo así que se generen hormonas para la floración respectiva. Hay que sumarle que la humedad ha atraído a la antracnosis, causada por un hongo que ataca principalmente a la flor, provocando su total caída. Todo esto ha dado como resultado un descenso de hasta el 80% en rendimiento de este llamado oro verde.

Es imposible expandir la frontera agrícola para tener limón variedad sutil a corto plazo. Este árbol tarda entre tres y cuatro años para generar una producción decente. La importación tampoco es una opción. El ingeniero Renato Calle, ingeniero agrónomo y profesor de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, explica que el limón cuenta con una prohibición para su importación. Esto porque se corre el riesgo de contagio de la bacteria del ‘dragón amarillo’ o HLB, que daña por entero no solo a la planta, sino al cultivo. Esto no solo sucede con el limón, sino con absolutamente todos los cítricos que exportamos al mundo: tangelos, naranjas y mandarinas, los cuales se verían afectados si dejamos ‘colarse’ limones foráneos por nuestras escurridizas y descuidadas fronteras.

Senasa ya ha aprobado los requisitos fitosanitarios para la importación del limón Tahití colombiano —de menor acidez que el sutil y por tanto menos preferido por el consumidor— a nuestro país. Al haberse incrementado el precio del producto cevichero y mantenido la demanda, el limón Tahití está entrando de contrabando de Ecuador y Colombia. La Asociación de Productores de Cítricos del Perú (ProCitrus) se pronunció respecto al ingreso ilegal de esta variedad, ya que sin lugar a dudas contiene dragón amarillo.

En Sudamérica, los únicos países que están libres de esta enfermedad son el Perú y Chile. El ingeniero Calle menciona que la transmisión puede ser directamente por las yemas al hacer un injerto o al entrar en contacto directo con una planta o material vegetal sano. La segunda forma de contagio es por un insecto vector. Este insecto succiona la savia de la planta contaminada con la bacteria del dragón amarillo, portando ahora la bacteria, de modo que contagiará a todas las plantas de las que se alimente en adelante.

Lo realmente lamentable de esta situación es que pudo evitarse. En campo era bien sabido en los meses de febrero y marzo que iba a escasear el limón. En aquella época costaba 50 céntimos de sol por kilo. Una opción plausible hubiese sido el congelado de limón por IQF. Este limón se puede congelar y descongelar en refrigeradora listo para ser usado. Ahora, debemos preocuparnos por la salvación no solo del limón, sino de todos los cítricos. Tengamos paciencia y esperemos a que el precio se estabilice para noviembre. Senasa y hasta la Policía Nacional deben tomar injerencia sobre el tema. El limón sutil, así como la papa y el ají, son productos bandera que deben protegerse. Si la plaga se expande, podemos perder nuestra posición como país gastronómico, pues degeneraremos nuestra competitividad en el sector y en otros como el turismo. Solo resta pedir al Gobierno encarecidamente que cuide a nuestros agricultores y gastronomía. Es urgente.

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Columnista invitado

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Columnista invitado. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.