BRICS: el mundo es ancho, pero no ajeno, por Ariela Ruiz Caro

“Los miembros del BRICS buscan una reforma integral de las instituciones de la ONU, en particular de su Consejo de Seguridad ‘con miras a hacerlo más democrático’”.

La histórica cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), realizada en Johannesburgo la semana pasada, se ha erigido como un contrapeso real para intentar garantizar el balance del poder global. La incorporación de seis países (Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán); los otros treinta países que aspiran a ingresar; así como las demandas expresadas en la declaración final, así lo corroboran.

En términos generales, los miembros del BRICS buscan una reforma integral de las instituciones de la ONU, en particular de su Consejo de Seguridad “con miras a hacerlo más democrático, representativo, eficaz y eficiente, y aumentar la representación de los países en desarrollo” en su composición. En cuanto al comercio, denuncian las crecientes “medidas restrictivas”, en particular aquellas impuestas a China, las cuales son incompatibles con la normativa de la Organización Mundial del Comercio. Asimismo, exigen la inmediata revisión del peso relativo de los países en el FMI y el aumento en las cuotas para los países de economías emergentes y de ingresos bajos.

Es decir, no se busca la eliminación de las entidades ya existentes creadas bajó la égida de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otras potencias occidentales en la posguerra, sino preservarlas y democratizarlas acorde a la nueva correlación del poder mundial.

Otra decisión importante de la declaración, aunque ya se venía conversando desde hace algunos años, es la conformación de un grupo de trabajo para estudiar la adopción de una moneda de referencia común para los miembros. Esto no significa abandonar el dólar para las transacciones internacionales, pero no hacer de este el único medio para el comercio. Actualmente, Brasil y China o India y Rusia comercian utilizando sus propias monedas. En un siguiente paso podrá crearse una unidad de cuenta que funcione para saldar deudas entre sus Estados miembros, en una suerte de cámara de compensación de pagos en los que el dólar quedaría fuera de juego.

Si bien las demandas del BRICS no son nuevas, el escenario actual es distinto. Hay un evidente desgaste de Estados Unidos y sus aliados cercanos, no solo en términos políticos, sociales y económicos. Cuando se creó el BRICS, en 2001, el mundo unipolar era incontrastable. Pero como no es cierto que veinte años no es nada, son muchos los cambios producidos desde entonces. Los BRICS ocupan una participación creciente en la economía mundial y con el ingreso de seis países más concentran, grosso modo, 40% de las reservas mundiales de gas, 40% de las reservas mundiales de litio y el 50% de la producción mundial de trigo y el 40% de maíz.

Un paso importante para quebrar el monopolio de los organismos multilaterales de crédito pos Segunda Guerra Mundial (los de Bretton Woods) ha sido la formación del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, creado en 2015 y presidido actualmente por la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Este también se alista a recibir nuevos socios, entre los cuales figura Uruguay.

En este ajedrez político, que marca un hito en las relaciones internacionales, la invitación a Argentina a los BRICS se produjo sin la presencia de su presidente y ni siquiera de su canciller en la cumbre. El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, se encontraba en Washington negociando el desembolso de un crédito del FMI.

El respaldo de Brasil y China facilitaron su ingreso, que Argentina venía solicitando desde 2014. Con ello han puesto en aprietos a los desinformados e ideologizados candidatos de la derecha y ultraderecha, Patricia Bullrich y Javier Milei, quienes han dicho que, de ganar las elecciones, de ninguna manera se incorporarán a esa organización.

La complejidad de este cambio histórico de reconfiguración del poder mundial no debería ser ajena a ningún Gobierno y mucho menos a los medios de comunicación, pues los cambios que se produzcan en las instituciones de la gobernanza global tendrán un impacto directo en todos los países.

larepublica.pe
Ariela Ruiz Caro

Latitud sur

Consultora en temas de comercio, integración y recursos naturales en la Cepal, Sela y Aladi. Ha sido funcionaria de la Comunidad Andina, asesora en el Mercosur y Agregada Económica de la Embajada de Perú (2010-2015) en Argentina.