Julio está en camino a ser el mes más caluroso jamás registrado. La Organización Meteorológica Mundial y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus informaron hace algunos días que es posible que este sea el mes más caliente en los últimos 120.000 años. Los recientes incendios en Grecia, temperaturas por sobre los 50 °C en algunos lugares de los Estados Unidos y olas de calor en Asia, que además de cobrar vidas están poniendo en riesgo el suministro de alimentos, son la parte visible de un fenómeno que, por primera vez, ha hecho que la temperatura de la tierra sobrepase (temporalmente) el umbral de 1.5 °C.
Además de estas variaciones en la temperatura, los cambios en los patrones climáticos y las formas poco sostenibles del uso de la tierra (como la deforestación) son algunos de los factores que están poniendo en peligro los hábitats de innumerables especies, incluidas la nuestra. Una de las consecuencias más perceptibles de estos impactos es el desplazamiento de personas y animales a causa de sequías, inundaciones u olas de calor y, con ello, el aumento en el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas como el ántrax, el ébola o la salmonela.
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Estas cada vez más evidentes interconexiones entre la salud del medioambiente, los animales y los seres humanos han inspirado aproximaciones para pensar en la salud como una sola. “Una sola salud” es una mirada integrada y unificadora impulsada por la Organización Mundial de la Salud que pretende prevenir, predecir, detectar y responder a amenazas sanitarias globales a través de la generación conjunta de bases de datos y sistemas de vigilancia, y el establecimiento de alianzas entre organizaciones trabajando en temas relacionados a la salud humana, animal y ambiental.
Cualquier estrategia de mitigación o adaptación al cambio climático que adoptemos no puede ignorar la centralidad de la salud en esta lucha. Pensar en la misma en relación con todas las especies del planeta debe ser nuestro punto de partida.
Investigadora en el Science Policy Research Unit de la Universidad de Sussex. Maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Glasgow y es licenciada en Ciencia Política por la PUCP. Su trabajo de investigación gira en torno al rol de la tecnología y la innovación en procesos de transformación sustentables e inclusivos.