Gran Orquesta de Domínguez sufre grave accidente

Marcha por el Perú

Por el adelanto de elecciones, cese de la violencia y no más muertes impunes.

Le atribuyen a Voltaire la frase "no estoy de acuerdo con lo que dices, pero daré mi vida por tu derecho a expresarlo". Se trata de una versión acuñada por su historiadora para explicar el pensamiento del francés del s. XVIII que mantiene palpitante actualidad contemporánea porque expresa la esencia de la libertad y la democracia y la obligación de defender ambas en cualquier terreno en el que se debata su vigencia.

El gobierno de la señora Boluarte ha intentado conculcar las libertades individuales y colectivas bajo el amparo de la polarización acelerada por el fracasado golpe de Estado de Castillo.

En sus casi ocho meses de gobierno, ha ido contra el bien más preciado: la vida humana. Han fallecido 70 compatriotas, en la mayoría de los casos (48) por el uso indiscriminado de la fuerza policial o militar, mientras se pretende ponerle un manto de impunidad a la barbarie.

También ha recortado los derechos de reunión, de expresión, de protesta pacífica, gobernando con decretos de urgencia, controles de carreteras, orden de inamovilidad, cateos y tantos otros despropósitos con los que se busca sumir en la pasividad a los peruanos. 

El matiz terruqueador y discriminador utilizado para reducir el espacio público de la protesta ha enrarecido la vida de los ciudadanos, afectados económicamente por el hambre y la pobreza.

La alianza del Congreso y el Ejecutivo ha dado lugar a una persecución tenaz contra los funcionarios independientes de organismos públicos, la captura de posiciones en entidades tutelares de los derechos ciudadanos como la Defensoría, las entidades que imparten justicia como el Tribunal Constitucional. Ahora están corriendo peligro la Junta Nacional de Justicia y los organismos encargados de las elecciones, como el JNE y la ONPE.

El gobierno de Dina Boluarte es rechazado por más del 80% de la población. Su apoyo en algunas regiones y Lima Metropolitana apenas alcanza los dos dígitos. Su aliado, el Congreso, logra apenas un dígito, pero se da el lujo de introducir cambios a la Constitución, modificándola sin reservas, mientras la glorifica como irreemplazable.

Desde que el diario La República vio la luz (16 de noviembre de 1981) ha acompañado los procesos complejos que ha vivido el país para recuperar la democracia, la paz y el derecho a votar libremente. Se ha sumado, con la fuerza de los ciudadanos que lo eligen como su medio de comunicación, a las causas justas, escribiendo páginas inolvidables de la historia actual. Este 19, acompañaremos también la marcha, porque queremos un país libre y con derechos. Un país feliz y no de luto. Una nación de todos, no de unos cuantos. El gobierno de los justos, los buenos, los decentes. Nuestra única agenda es el adelanto de elecciones, ahora; recuperar tu derecho a protestar sin violencia, a elegir libremente y a vivir en paz y democracia.