Me he permitido parafrasear el título de uno de los grandes ensayos de Freud: El porvenir de una ilusión, de 1927. La lectura del último libro de Alberto Vergara —Repúblicas defraudadas— me ha recordado la postura de Freud respecto de esos señuelos de la razón a los que alude el peruano. Ambos coinciden en la urgencia del escepticismo. Mientras que el padre del Psicoanálisis lo hace respecto de la condición humana, el politólogo alude al porvenir de nuestras repúblicas maltrechas y desmoralizadas.
Lo que hemos construido son “repúblicas a medias”. Quizás lo nuevo es que ahora todos lo sabemos. Libros recientes como Ñamérica del argentino Martín Caparrós o Delirio americano del colombiano Carlos Granés discurren por esa senda del extendido malestar latinoamericano. Vergara se refiere a muchos de los síntomas de esa inestabilidad e infelicidad. Uno de los más impactantes y dolorosos es este: “Miles de emigrantes e inmigrantes atraviesan el continente en caminatas que asemejan éxodos bíblicos”.
Lo hacen porque la vida es insufrible en sus localidades o países. La miseria, inseguridad, ausencia de servicios esenciales como agua, electricidad, salud, etcétera, convierten sus existencias en infiernos sobre la tierra. El 80% de los latinoamericanos, observa Vergara, considera que en sus países no se gobierna para el pueblo, sino para los poderosos.
El Perú, lo vemos a diario, no es la excepción. Desde los hurtos impunes en la calle, que hoy más que nunca es tierra de nadie, hasta el ya indiscutible golpe lento que se está efectuando ante nuestra mirada paralizada por el desaliento y la resignación. El último de estos embates ha sido la denuncia de la congresista Chirinos contra los consejeros de la Junta Nacional de Justicia. La lumpenpolítica actúa sin reparo alguno. Lo hacen porque pueden y porque saben que su supervivencia depende de ese copamiento institucional. Y lo están logrando.
El libro de Vergara fue publicado antes del golpe de Castillo y del que estamos recibiendo ahora (sí, es a todos nosotros a quienes golpean). Sin embargo, las premisas de esa disfuncionalidad se encuentran en su texto, escrito para que cualquier lego como el suscrito se adentre en los meandros de la politología, sin extraviarse. Si bien no nos adormece con las frases huecas del optimismo, sí plantea con lucidez descarnada que si no integramos comunidades políticas en donde todos sus miembros reconozcan que reciben “un grado de respeto y libertad semejante al de sus conciudadanos”, seguiremos viviendo en la actual zozobra, en espera del próximo desborde.
Jorge Bruce es un reconocido psicoanalista de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado varias columnas de opinión en diversos medios de comunicación. Es autor del libro "Nos habíamos choleado tanto. Psicoanálisis y racismo".