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Te voy a contar un cuento, por Rosa María Palacios

“Contar cuentos, como el cuento del fraude, hace un daño terrible a la democracia. Un signo de esa decadencia es que no podamos tener ni siquiera una historia común”.

Keiko Fujimori perdió las elecciones del 2016 por una imputación fabricada. La coalición caviar, liderada por PPK realizó una maniobra en Cuarto Poder para lograr su derrota electoral. Lo que acaban de leer, no es broma. Es un resumen apretado de una pieza de antología política. Un comunicado de Fuerza Popular que, como aquel en el que señalaban que no estaban de acuerdo con la forma de indulto de Alberto Fujimori, puede perseguirlos para siempre.

En comunicación política se cometen errores, pero dos comunicados y un video de Micky Torres no es un error. Es una campaña. Parece que, en Fuerza Popular, en lugar de huir de los Ramírez como quien huye de la viruela, han decido abrazarlos y unir destinos. Para el récord, Keiko Fujimori no pierde elecciones por culpa de la prensa. Por el contrario. Si algo puedo decir de las campañas del 2011, 2016 y 2021 es que lo que terminó de ser contraproducente para el fujimorismo fue la cantidad de prensa amable con la que contó. Alguna, incluso, digamos que servicial. Para el mismo récord, todo lo contado por Jesús Vásquez ha terminado siendo corroborado en lo esencial. Trabajaba para la DEA, grabó a Joaquín Ramírez y trabajó con el agente José Irizarry (hoy preso por varios crímenes federales) quien recibió múltiples grabaciones realizadas en el auto de Vásquez. La única grabación oficialmente entregada al Ministerio Público es del 2012. Se terminó de transcribir en enero del 2020. En ella no se habla de 15 millones de dólares para lavar, pero sí de 16 millones de dólares usados en la campaña del 2011. Si eso se hubiera sabido en primera vuelta del 2016, ¿cuál creen que habría sido el resultado? ¿Mejor o peor?

En el 2016 quedó muy claro que Fujimori no era investigada por la DEA. Hubo una comunicación oficial. Pero Ramírez, sí. Por eso le dieron forata. Lo que aniquiló a Keiko fue la ayuda de sus amigos. Un audio con la voz de Vásquez editada, para hacerlo desdecirse de forma burda, fue un asco público el domingo anterior a las elecciones. Desbaratada, esa sí una maniobra corrupta, perdió. En el exceso de sobonería tramposa, es donde debería hurgar en la memoria el fujimorismo para enmendar sus consuetudinarios yerros electorales.

Pero, en estos días, mentir sobre el pasado está siendo un modo de operar en política desde toda trinchera. “La disolución del Congreso del 2019 fue inconstitucional”. Falso. No lo digo yo. Lo dice el TC. “Zoraida Ávalos avaló la corrupción y nunca investigó a Pedro Castillo”. Falso. 46 denuncias constitucionales versus 3 de su detractora y acusadora Gladys Echaíz dicen lo contrario. “PPK nunca buscó un acuerdo con Fujimori”. Por favor. ¡Si hasta le indultó al padre! Desde la izquierda peruana escuchamos cosas peores. Pero su desafecto por la verdad y por reescribir la historia se remontan a Stalin. Baste ver los tuits de Vladimir Cerrón para hacerse una idea. Y desde el Gobierno “pacificador” ya no le llevo la cuenta de los cuentos de Dina Boluarte desde que frente a la prensa extranjera contó la fantástica historia de los Ponchos Rojos con balas dum dum y la avalancha humana en el aeropuerto de Juliaca.

¿Extraña entonces la elogiosa biografía que, desde Fuerza Popular, Renovación y Avanza se ha construido de Valdemar Cerrón? De terruco y “Dinámico del Centro” a tremendo caballerazo, no media ni un año. Lo que fue ya no es hoy y lo que hoy es, tampoco será mañana.

Revisitar la historia es un ejercicio que, cuando se hace con rigor, busca desde la verdad de los hechos, algo de justicia y reivindicación. Iluminar, rescatar del olvido, dar perspectiva, unir otros hechos y contextos. Pero eso es pedirle mucho a quienes creen que una campaña publicitaria o un psicosocial es legítimo para corromper la verdad. Contar cuentos, como el cuento del fraude, hace un daño terrible a la democracia. Un signo de esa decadencia es que no podamos tener ni siquiera una historia común, empeñados en reescribirla para sacar provecho político desde todas las trincheras.

Cualquiera que sea la salida a esta inmensa crisis, que cada semana se ahonda más, partamos de los hechos y que cada uno asuma responsabilidades. Ya no estamos para cuentos. La gran mayoría no se los cree, sumida en la desconfianza, y solo alimentan al que ya está radicalizado.

larepublica.pe
Rosa María Palacios

Contracandela

Nació en Lima el 29 de Agosto de 1963. Obtuvo su título de Abogada en laPUCP. Es Master en Jurisprudencia Comparada por laUniversidad de Texasen Austin. También ha seguido cursos en la Facultad de Humanidades, Lengua y Literatura de laPUCP. Einsenhower Fellowship y Premio Jerusalem en el 2001. Trabajó como abogada de 1990 a 1999 realizando su especialización en políticas públicas y reforma del Estado siendo consultora delBIDy delGrupo Apoyoentre otros encargos. Desde 1999 se dedica al periodismo. Ha trabajado enradio, canales de cable, ytelevisiónde señal abierta en diversos programas de corte político. Ha sido columnista semanal en varios diarios.