Justicia para Alan, por Sandro Mairata
"El documental evita el panfleto hasta poco después de las exequias de García. Pudo cerrar ahí, pero los últimos minutos son una arremetida de ataques e intentos de reescribir la Historia que para unos puede ser risible y, para otros, ofensiva".

¿Qué hemos hecho para merecer Justicia para Alan? Elegimos no una sino dos veces, como presidente de la República, a Alan
García. Para un porcentaje de peruanos, García siempre será un líder a quien defender y venerar.
Justicia para Alan es un documental periodístico más que uno cinematográfico. En 2018, la crítica de cine del Washington Post Ann Hornaday escribió el artículo “Los documentales no son periodismo y no hay nada de malo en ello”, que mereció una sólida réplica de June Cross, de la Universidad de Columbia. Hablando de un documental, Cross dice que “es un perfecto ejemplo de la capacidad única de observar la vida en momentos cruciales”.
Aquí tenemos los momentos cruciales de la vida de García previa a su muerte por mano propia. No es una reconstrucción milimétrica, sino un intento de estudio del entorno político que motivó su decisión fatal a partir de testimonios y la cobertura de prensa. A nivel técnico, el acabado es solvente.Edición, sonido; todas esas aristas han sido cuidadas por su director, el periodista cultural y crítico de cine Ernesto Carlín. El problema es el discurso.
Estamos ante una suerte de catecismo visual sobre la muerte de Alan García. En esta inmersión en el doctrinario post-AGP, estas son verdades apristas de fe: Alan García “ejecutó un gesto heroico y digno para no entregarse a sus enemigos”. El segundo gobierno de García fue “el mejor de la historia del Perú”. No hay espacio a la réplica, solo a la leve discrepancia (Mirko Lauer sentencia en frío “García se mató él mismo”, mientras que el resto de voces elucubra versiones apasionadas). La explicación más sencilla, que Alan García se suicidó para huir de la justicia, resulta herética.
El primer gobierno de AGP (el de las matanzas de los penales, la leche ENCI, la hiperinflación, el BCCI, etc.) casi no existe, casi no se menciona. Justicia para Alan reluce lo bueno del segundo gobierno, pero no se oirá una sola vez la palabra “narcoindultos”; se dedican eternos cinco, diez minutos al chuponeo del que fuera objeto García en 2018, pero nada se dice del caso Business Track.
El documental evita el panfleto hasta poco después de las exequias de García. Pudo cerrar ahí, pero los últimos minutos son una arremetida de ataques e intentos de reescribir la Historia que para unos puede ser risible y, para otros, ofensiva. Jorge Del Castillo dice que “los comunistas celebran el suicidio de Arguedas y el de Allende pero condenan el de García”. Vemos a Benedicto Jiménez validado al nivel de Lauer o de José Antonio García Belaúnde. Tras el condenable ataque a Luis Alva Castro, una compañera recuerda que fue momento de “bufalear”. Y así, ad infinitum.
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En salas de cine, para quien quiera verlo.
Ficha
- Título: Justicia para Alan
- País: Perú
- Año: 2023
- Director: Ernesto Carlín
- Protagonistas: Mauricio Mulder, Jorge Del Castillo, José Antonio García Belaúnde
- Disponible en: Cines
- Calificación: 1.5/5








